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Sevilla

Gran Poder: Una oración audiovisual

  • El viernes 13 de marzo se presenta la película dirigida por Carlos Colón por encargo de la Hermandad del Gran Poder · Los beneficios por la venta del DVD irán destinados de forma íntegra a los fines sociales de la cofradía

Un Gran Poder de cine, de película, presentado más que nunca como de sus devotos. Un Gran Poder cercano, emocionante, vibrante. Un Gran Poder de primerísimos planos en su basílica, intuido en el horizonte tras los árboles de la Plaza de San Lorenzo, elevado a su camarín en la intimidad de sus hermanos, silueteado en la noche entre la masa o casi a oscuras en su vieja parroquia. Una película de 55 minutos para plasmar un hito en la vida de una de las escasas cofradías que tienen eco más allá de las fronteras locales. Nunca el sentido del Potestas et Imperium de la heráldica de la corporación ha quedado reflejado con mayor impacto en la pantalla.

Hoy se presenta en la Sala Joaquín Turina de Cajasol la película Traslados y estancia en Santa Rosalía del Señor del Gran Poder, cuya dirección y guión corre a cargo de Carlos Colón, miembro del Consejo Editorial de Diario de Sevilla, profesor de la Facultad de Ciencias de la Información y pregonero de la Semana Santa de 1996. La asistencia al acto es por invitación, que puede ser solicitada en la tienda de la hermandad, ubicada en las dependencias de la basílica. El largometraje se vende en la misma tienda a 15 euros. Los beneficios irán destinados íntegramente a la bolsa de caridad, la más antigua de todas las cofradías, y a otros fines sociales de la hermandad.

La película recordará a muchos las impresionantes imágenes de aquella célebre Semana Santa de Gutiérrez Aragón, Lebrón y Colón, que se estrenó con gran éxito de crítica en vísperas de la Exposición Universal. En esta ocasión se trata de un DVD en alta definición que incorpora una secuencia sobre las obras ejecutadas en la basílica para reforzar la seguridad de la imagen del Señor, tal como recomendaron en su día los restauradores de la imagen, los hermanos Joaquín y Raimundo Cruz Solís. La empresa Savitel ha cedido generosamente las cámaras de grabación. José Joaquín Madrigal Fernández ha ejercido de realizador, Carlos Molina Lamothe de productor y José Luis de Vicente de locutor.

El inicio es una obertura sin imágenes y con las notas de Ione, que fue la marcha que se le tocó en 1965 al Señor cuando fue de San Lorenzo a la Catedral y regresó definitivamente a su basílica. Aquella composición quedó para siempre ligada al Gran Poder y a la memoria colectiva. Esta obertura tiene un efecto similar al del pregón, de anuncio, de generación de expectación, de llamada de atención, y pretende generar también un efecto pedagógico para los más jóvenes. Las notas de Ione crean el clima propicio para dar paso a la locución de textos de Núñez de Herrera, Antonio Colón Vallecillo, Antonio Burgos y Carlos Colón.

El arranque de la película propiamente dicha es una presentación de la vida del Señor desde que el escultor Juan de Mesa lo entregó a la hermandad el 31 de agosto de 1620 hasta que llegó a la actual basílica en 1965, haciendo mucho hincapié en la estancia en el templo parroquial. Enriquecen esta primera parte la locución de textos de La Ciudad de Chaves Nogales e imágenes en sepia de los años 20, 40 y 50.

La segunda gran parte es el traslado matutino de ida a Santa Rosalía. La tercera es la estancia en este templo de la calle Cardenal Spínola, que incluye una entrevista con la madre superiora, el miserere que rezan los hermanos del Gran Poder cada viernes del año o la visita del cardenal Amigo. La cuarta parte es el traslado nocturno de regreso. Y la quinta, que hace las veces de colofón, está dedicada a los salmos al Señor, que se ilustra con primeros e innovadores planos del Nazareno -obtenidos con tres cámaras y raíles de travelling- y la locución de textos de Juan Sierra, Rafael Laffón, Alberto Fernández Bañuls y Enrique Esquivias Franco, así como textos de la celebración de la Pascua judía. Este colofón evocará a muchos las técnicas fotográficas de Luis Arenas o Emilio Sáenz.

Las imágenes preferidas por el director y guionista de la película, Carlos Colón, son las de los devotos -presentes en la obra en todo momento- en el traslado nocturno de vuelta a la basílica. En el regreso al templo, por ejemplo, se pone a esos rostros de la emoción la música y letra en castellano antiguo de una canción judeo-sefardí: Respóndenos Dios de Abraham, Tú que respondes en la hora de la angustia y la aflicción. Respóndenos. Se incluyen por primera vez las imágenes del traslado íntimo del Señor al camarín de su basílica. El final es toda una sorpresa para el espectador basado en un juego de luces. Una frase de Colón resume bien tanto los efectos del poder de una imagen en quienes tienen el privilegio de tratarla de cerca, como el poso que queda en quienes realizan un trabajo de estas características: "Nunca olvidaré cómo los técnicos, editores y realizadores fueron poco a poco sucumbiendo a la imagen del Señor".

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