Javier Marías, uno de los mejores escritores europeos contemporáneos, en opinión del Premio Nobel J. M. Coetzee, ingresa hoy en la Real Academia Española con un discurso sobre La dificultad de contar, al que responderá el académico Francisco Rico. Al acto asistirán los ministros de Cultura, César Antonio Molina, y de Educación y Política Social, Mercedes Cabrera, y numerosas personalidades del mundo de la cultura y de la política, además de los académicos.

Marías, quizá el novelista español actual más premiado internacionalmente, ocupará en la Academia la vacante del filólogo Fernando Lázaro Carreter. Su candidatura fue presentada por Claudio Guillén, Gregorio Salvador y Arturo Pérez-Reverte. El autor de novelas tan memorables como Corazón tan blanco y Mañana en la batalla piensa en mí fue elegido académico el 29 de junio de 2006 en primera votación y con un amplísimo respaldo, lo cual demostró el consenso que suscitó su candidatura.

Su incorporación oficial se produce casi dos años después de aquella fecha, pero dentro del plazo que como máximo establece la RAE para que los académicos electos entreguen sus discursos. Marías no ha podido escribirlo antes porque hasta hace pocos meses estuvo embarcado en Veneno y sombra y adiós, el tercer tomo de la que sin duda es su obra más ambiciosa: Tu rostro mañana, cuyos dos primeros volúmenes se titulan Fiebre y lanza y Baile y sueño.

El escritor, merecedor del Premio Nobel en opinión del turco Orhan Pamuk (ganador de ese galardón en 2006), llega a la Academia sin saber del todo en qué consistirá su labor. Pero espera poder aportar esa "percepción de la lengua más heterodoxa y más libre" que tienen "los llamados creadores", y esa capacidad para "utilizarla de manera oblicua y tangencial", según afirmaba Marías en una entrevista. En su discurso, disertará sobre "la dificultad de contar lo real", para venir a decir que "es prácticamente imposible contar cabalmente lo sucedido". Le contestará Rico, un académico al que Marías ha convertido en personaje de sus novelas en más de una ocasión. Para el escritor "tiene su gracia" que le responda el gran cervantista, porque "parecerá una escena de una novela".