Cultura

Las catas en Alcazabilla destapan estructuras del romano tardío

El perímetro que rodea al Rectorado de Málaga, la colina de la Alcazaba, el Museo Picasso y la Catedral tiene en calle Alcazabilla una parada obligada. El pasado febrero los arqueólogos conocían las primeras pistas de los moradores romanos con el hallazgo de un contenedor hidráulico a modo de fontana ornamental, relacionado con la producción de garum, la más afamada de las salazones malacitanas. Ahora las catas desvelan estructuras tardorromanas (del siglo V d.C.) "reutilizadas por los árabes", matiza el arqueólogo Manuel Corrales al frente del proyecto junto a Carmen Peral.

La zona en cuestión lindaría con la acera de las cofradías (zona sur) y en su subsuelo se han hallado los muros de mampostería de dos habitaciones, además de pozos con restos de sigillatas claras, un material procedente del norte de África de color anaranjado y utilizado por los romanos para la creación de vajillas. "Debajo hemos localizado además la red actual de desagüe", añade el experto.

Las excavaciones realizadas desde el pasado diciembre hasta ahora han llegado a los cuatro metros de profundidad con respecto a la calle. "Estamos llegando a niveles coetáneos con el teatro Romano", aclara Corrales.

Aún quedan dos meses de excavación y los arqueólogos pretenden alcanzar "como mínimo" los niveles de la orquestra del Teatro Romano (a unos 8 metros con respecto al mar). Llegados a este punto, Corrales y su equipo esperan hallar el grueso del proyecto "toda la parte trasera del teatro, la que corresponde a las zonas ajardinadas, los espacios abiertos, toda la zona ornamental", sostiene. Para ello ahondarán hasta agotar toda la secuencia de ocupación "hasta llegar a los niveles púnicos, al siglo III a.C." , explica Corrales.

Los primeros estudios de los expertos permiten concluir que en el sector sur de Alcazabilla no existen apenas niveles modernos y medievales, reducidos estos a varios pozos sépticos de mampostería rellenados por materiales almohades y que coincide con la expansión bizantina en el Mediterráneo.

Con un presupuesto de más de 460.000 euros (financiados al 50 %) entre Junta de Andalucía y Ayuntamiento de Málaga) y un plazo previsto de ejecución de ocho meses, se encuentra ya en la recta final, el proyecto sugerido desde 2001, con las excavaciones realizadas entonces en el Teatro Romano y los Jardines de Ibn Gabirol. Los trabajos sufrieron un parón de aproximadamente obligado por el paso de las procesiones de Semana Santa. Se cubrió entonces la calle con un asfalto provisional para levantar la solería a principios de este mes y recuperar así los niveles ya excavados.

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