Desde el Auto Sacramental de los Reyes Magos, las artes escénicas, al igual que las plásticas, literarias y cinematográficas, han prestado un especial interés a la figura de Cristo en los más amplios espectros que figuran desde su condición humana a la divina. Por su carácter ritual, el teatro se muestra sin embargo especialmente propio para la indagación en las costuras de este personaje fundamental en la historia del pensamiento y la cultura de Occidente. En España, la última mirada a Jesús de Nazaret llega de la mano de Alfonso Zurro (Salamanca 1953), director y dramaturgo esencial en la historia del teatro reciente, con más de treinta montajes a a sus espaldas; Zurro se ha centrado en el episodio de la Pasión y propone una interpretación próxima a Samuel Beckett en En el monte del olvido, que se representa hoy y mañana a las 21:00 y el domingo a las 19:30 en el Teatro Cánovas (en la Plaza de El Ejido).

En el monte del olvido, que se estrenó la semana pasada en Sevilla, presenta a dos ladrones crucificados que esperan a un tercero, el Cristo, y mientras tanto, según el propio Zurro, "conversan sobre lo divino y lo humano; la obra tiene ciertamente un aire beckettiano, aunque, a diferencia de Esperando a Godot, los ladrones sí saben a quién esperan. Además, éstos no pueden tomar decisiones, pues éstas ya han sido tomadas: ellos están condenados a muerte". La obra nació a raíz de un encargo del Centro de Documentación de Artes Escénicas de Andalucía, que solicitó al dramaturgo "una pieza corta que luego amplié hasta el montaje actual, con dos crucificados que esperan a Jesús como convidados de piedra, y que están todo el rato quietos y charlando durante 80 minutos", explicó Zurro, quien insistió, para aclarar las posibles dudas al respecto, en que su montaje "no es irreverente".

El reparto de En el monte del olvido cuenta con Álex Peña como Dimas (el buen ladrón), Nacho Bravo como Gestas (el mal ladrón) y Eloína Marcos en el papel de una mujer palestina que aparece al final de la obra "buscando un milagro". Junto al propio Zurro, ellos forman Caín Club Teatro, la nueva herramienta escénica de Zurro, autor de obras imprescindibles para el teatro español como A solas con Marilyn, Quien mal anda y El extraordinario vuelo de los ángeles, además de realizador de dramaturgias para obras de Lorca, Handke, Valle-Inclán, Baroja, Weiss y el propio Samuel Beckett, de cuya pieza Esperando a Godot remató una de las versiones más aplaudidas. En el monte del olvido representa un paso lógico dentro de su personal idilio con el teatro, pero también un nuevo motivo para la sorpresa.