Cultura

"Amamos la música y por eso la hacemos cómplice, nunca víctima"

  • Les Luthiers llegan mañana a Málaga para presentar 'Las obras de ayer', un espectáculo por donde desfilan clásicos de hace 25 años como 'Mastropiero que nunca' o su más reciente 'Todo porque rías'

En el prospecto de Les Luthiers se explica la cura al tedio y la tristeza. Ellos se han convertido en un laxante de extraordinarias facultades. Lo demostrarán mañana en el Pabellón de Ciudad Jardín con Las obras de ayer, una oda a la sonrisa permanente en la que participan los creadores de instrumentos Carlos López Puccio, Jorge Maronna, Marcos Mundstock, Carlos Núñez Cortés y Daniel Rabinovich.

-Ustedes demostraron que también se puede hacer reír con el prospecto de un medicamento. ¿Qué cosas han cambiado para Les Luthiers desde aquella Cantata Laxatón?

-Con los años y los achaques hemos aprendido a respetar más los medicamentos.

-La música y el humor son dos géneros totalmente compatibles en sus actuaciones. Sin embargo, el lema es reír con la música y no de ella. ¿Cómo lo hacen?

-La música está profundamente ligada a todos los momentos importantes del ser humano. Hay marchas nupciales, hay marchas fúnebres. Hay música para enamorarse, hay música -mucha- para bailar...Nosotros empleamos la música para la risa: amamos la música y por eso podemos hacerla cómplice, nunca víctima.

-¿Con qué se encontrará el público en esta nueva gira? Supongo que no paran de pedirles obras como Mastropiero que nunca o la célebre Cantata Laxatón?

-Las Obras de Ayer es un espectáculo garantizado: elegimos lo mejor de muchos años. En la elección de este programa buscamos reunir un puñado de obras que gustaran tanto al que las escuchaba por primera vez como al que las conocía de memoria. Hay obras para los nostálgicos de épocas pasadas de Les Luthiers, obras para que descubran los jóvenes que nunca nos vieron antes y hasta hay obras casi olvidadas por todos. El éxito absoluto, a lo largo de seis años, parece confirmar que estuvimos acertados.

-Nueve discos, multitud de espectáculos y más de veinte premios hablan de su enorme éxito, ¿cómo consiguen mantener la sorpresa?

-Tratamos de sorprender en cada espectáculo. El estreno de un nuevo espectáculo es algo que ocurre sólo una vez cada tres años, por suerte. En ese lapso trabajamos mucho, pero mucho, en búsqueda de cosas novedosas. Y a veces las encontramos.

-¿Cómo son Les Luthiers antes de salir al escenario? ¿Cómo preparan las actuaciones?

-Es muy difícil, aún para nosotros, saber cuándo algo va a ser realmente divertido para el público. Con toda nuestra experiencia (o tal vez a causa de ella) nos ocurre a menudo que algo que creemos muy bueno no gusta al público como hemos supuesto. Así que durante los años de preparación de un nuevo espectáculo no sólo escribimos "obras" nuevas; también las ensayamos, las ponemos en escena y las probamos -de a poco- insertándolas en el espectáculo anterior, el que todavía está en cartelera. Y si hay cosas que no producen en el público la reacción que esperamos, hacemos hipótesis de las razones y las modificamos tratando de lograr un mayor rendimiento. Y si aun así no alcanzan a cumplir con las 'normas de calidad', las tiramos a la basura.

-¿Qué hay que hacer para ser un suplente de Les Luthiers?

-Hay que ser muy versátil, tocar varios instrumentos y ser buen actor. Ah, y hay que tener una gran memoria para ser capaz de asumir, en emergencia, cualquiera de los roles del grupo. Es decir que un suplente de Les Luthiers (pobre) debe ser superior a cualquiera de los integrantes estables.

-¿Qué nuevas composiciones prepara el gran Johan Sebastian Mastropiero?

-Planeamos estrenar un nuevo montaje a fines de agosto, el que sigue a Los Premios Mastropiero (que aún no hemos presentado en España). El estreno tendrá lugar en Argentina; más precisamente en Rosario que ya es, tradicionalmente, la ciudad donde siempre estrenamos. Todavía no tiene nombre, pero ya va teniendo forma (y contenido) Y ya estamos muy nerviosos.

-¿En qué nuevos inventos están trabajando en su particular taller?

-No nos gusta dar detalles con mucha anticipación sobre las novedades. Algo puede fracasar en el camino y hacerte quedar como un mentiroso. Sólo puedo decir que el nuevo espectáculo ya tiene su instrumento estrella, un instrumento con haces luminosos. Es muy sorprendente y bello.

-¿Hay algún instrumento que hayan intentado crear pero que fuera imposible sacar algún sonido de él?

-Yo no he estado jamás muy cerca del taller de instrumentos, pero cuenta la leyenda que el instrumento de cocos (la Marimba de Cocos) se resistió tenazmente a hacer lo que debía: todos los cocos, en contra de lo supuesto, producían casi la misma nota. La búsqueda de cocos de sonidos diferentes se extendió a varios continentes durante dos años.

-¿Cuál se podría crear con un ordenador o un móvil?

-Un iPhone.

-En agosto recibieron la Encomienda de Número de la Orden de Isabel la Católica, ¿qué supone recibir dicho premio?

-Es un gran honor. Estamos muy orgullosos y agradecidos a España.

-¿Hay algún reto aún pendiente para Les Luthiers?

-A nuestra carrera siempre la impulsó el deseo de hacer las cosas bien. Nunca nos planteamos verdaderos retos. Así fue que nunca sentimos que superábamos etapas: las etapas han ido pasando solas, naturalmente, sin que nosotros nos lo propusiéramos. Si hay retos por delante, ya los descubriremos. Creo que la felicidad sería poder seguir haciendo buenos nuevos espectáculos. Y si el público sintiera que, más de 40 años después, nuestra calidad no ha bajado, nos alcanzaría como para tener la sensación de haber superado un gran reto: el de envejecer con sabiduría.

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