Cultura

Amenábar viste de largo 'Agora' y recibe el aplauso de la crítica

  • El director de 'Mar adentro' presentó ayer fuera de concurso su quinto largometraje, un fresco histórico que indaga en el conflicto perpetuo entre razón e intolerancia

El cineasta español Alejandro Amenábar desveló ayer en el Festival de Cannes Agora, su filme "más ambicioso", que calificó hoy de un "viaje de exploración al pasado" y del que aseguró que "no es fácilmente clasificable". La película fue exhibida fuera de competición, dentro de la selección oficial del festival, y fue recibida con aplausos por prensa y críticos presentes en su primer pase, en la que es la primera participación del director en este evento. Amenábar confesó sentirse como "un niño con zapatos nuevos" por su estreno en Cannes, la primera oportunidad de ver la reacción del público ante una película que, a pesar de ser tan ambiciosa dentro de su carrera, "no ha sido traumática".

Agora, un peplum situado en la Alejandría dominada por las tensiones entre cristianos y judíos, durante la decadencia del control del Imperio romano, plantea en largometraje (141 minutos) el conflicto entre la razón y la intolerancia. La película "cuenta el momento en el que los cristianos comienzan a ser perseguidores", lo que aleja la propuesta del cineasta español de origen chileno del tratamiento habitual de los primeros seguidores de Jesús en los convulsos años del declive de Roma en su imperio oriental. "Está a medio camino a lo comercial, pero es muy personal", declaró Aménabar a la prensa española antes de la proyección del filme, rodado en inglés y protagonizado por la actriz Rachel Weisz (El jardinero fiel, My blueberry nights) en el papel de Hipatia. Completan el reparto, dominado por actores británicos, Max Minghella (Syriana), Oscar Isaac (Body of lies), Ashraf Barhom (The kingdom) y veteranos como Michael Lonsdale (La question humaine, The Trial).

En su quinto largometraje, Amenábar aseguró que ha intentado representar "dos mundos en crisis" y los conflictos surgidos en una sociedad "en desintegración" y añadió que aprecia paralelismos con la época actual. El director, que con Mar adentro (2004) obtuvo el Oscar a la mejor película extranjera, declaró además no tener "la menor distancia" y "no sentir nada" al ver el filme terminado puesto que ahora se fija en detalles mientras llega la opinión de espectadores y críticos. Rodada en Malta, la cinta ha costado 50 millones de euros y el director afirmó que la selección para Cannes ha sido "fruto de la casualidad, no síntoma de nada", preguntado por si responde a una mejor coyuntura del cine español.

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