Cultura

Arte urbano y espacio museístico se dan la mano en el CAC con Miss Van

  • La artista francesa residente en Barcelona inauguró ayer en el centro su exposición 'El viento en mi pelo', con 39 pinturas de reciente creación que podrán verse hasta septiembre

El CAC continúa reforzando el diálogo entre arte urbano y arte museístico con El viento en mi pelo, la primera exposición en un museo de la artista Miss Van, nacida en Toulouse en 1973 y residente en Barcelona. La muestra se inauguró ayer y presenta hasta el 18 de septiembre 39 pinturas realizadas en su mayor parte en los dos últimos años, con algunas piezas correspondientes a 2013 y 2014. Miss Van ha desarrollado una importante trayectoria en el arte urbano, primero en su Toulouse natal y después en otras muchas ciudades (curiosamente, aunque la artista está afincada en España, su actividad ha dado fruto con bastante más frecuencia en otros países), que la han convertido, según afirmó ayer el director del CAC y comisario de la exhibición, Fernando Francés, en "una de las cinco mujeres más importantes del arte urbano en todo el mundo y la primera en Europa". Y esta importancia se debe, en gran medida, a su singularidad: sin renunciar a cierto tono político y contestatario, Miss Van introduce en sus iconos elementos propios de la literatura y la fantasía con una poderosa y a la vez sensible capacidad de evocación, en un registro íntimo, de parcela propia. De hecho, resulta paradójico que El viento en mi pelo, viniendo de la mano de un referente del arte urbano como Miss Van, adquiera en su puesta en escena ciertas hechuras de salón interior romántico, con la disposición de las pinturas (con la excepción de un mural efímero) a la manera de cuadros en una mansión señorial. En esta ocasión, Miss Van invierte las reglas y, en lugar de hacer suyas las paredes de la calle, introduce la calle en las paredes de su propio salón interior, con alcances reveladores.

Precisamente, la artista francesa constituye un as de primer orden en el empeño del CAC por introducir en el espacio museístico los argumentos del arte urbano, por cuanto Miss Van es a la vez, como subrayó Francés, una artista "de fuera y de dentro", que en veinte años de oficio ha trabajado por igual el arte en el estudio y en la calle. La propia Miss Van apuntó al respecto ayer en la presentación que esta primera exposición en un museo "en realidad significa algo muy natural para mí, porque el estudio ha estado presente siempre en mi trabajo. De hecho, no me considero una artista urbana, sino alguien que pinta tanto en el estudio como en la calle. Cuando empecé a trabajar en las paredes al aire libre yo iba con mis pinceles. Muchos me criticaban, me decían que aquello no era lo adecuado para el arte urbano, pero es que para mí no había distinciones entre irme a un muro o quedarme en mi estudio".

De cualquier forma, la verdadera materia prima de Miss Van es la mujer, que aparece aquí representada con máscaras y con elementos animales, metamorfoseada en búhos, caballos y cuervos, con una intención más naïf que mitológica pero, en todo caso, cargada de intenciones: "La mujer es una cuestión interminable. Hay mil y una maneras de representarla", afirmó ayer al respecto Miss Van, mientras que Francés precisó: "En esta artista, la representación femenina es algo poliédrico, cuya complejidad queda de alguna forma disimulada con las máscaras. Pero lo más importante, aun con esta ambientación un tanto a lo Belle Époque, es que los materiales con los que realmente trabaja Miss Van son sentimientos y emociones, que quedan cristalizados de manera muy clara". Pero si hay una clave fundamental para la francesa, ésa es la autenticidad: "Para mí es lo más importante. Si he podido llegar hasta aquí, es porque he prestado un especial empeño a hacer de mi obra algo auténtico". Ahora, le corresponde juzgar al público.

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