Cultura

'Carmina Burana' llega al Cervantes de la mano de 300 jóvenes intérpretes

  • Las orquesta y coros de los Conservatorios Manuel Carra y Martín Tenllado interpretan hoy la obra

Compuso el alemán Carl Orff su cantata Carmina Burana entre 1935 y 1936 a partir de la colección medieval de cantos goliardos del mismo título y, con ello, regaló al siglo XX uno de sus emblemas musicales más reconocibles, interpretado y programado en todo el mundo todavía hoy de manera recurrente como celebración del legado musical europeo. Si bien aquellos cantos fijados entre los siglos XII y XIII en boca de estudiantes y clérigos bien desvergonzados y hartos de las imposiciones morales de la Iglesia celebraban la alegría de la vida y la existencia de los placeres terrenales en la más elemental formulación del Carpe Diem, Orff optó en su cantata por un aire monumental que rendía homenaje a la tradición musical y cultural de la que se sentía legítimo heredero. Algunas décadas después, el cine contribuyó a la popularidad masiva del Carmina Burana entre propios y extraños, de manera que, cualesquiera que sean las razones, la pieza goza del favor mayoritario del público allá donde se interpreta. El Teatro Cervantes acoge hoy a las 20:00 un concierto que consagra su repertorio al Carmina Burana de Orff pero que, además, presenta una ocasión especial para su disfrute: será la Orquesta y Coro de los Conservatorios Profesionales de Málaga, el Manuel Carra y el Gonzalo Martín Tenllado, la formación encargada de su ejecución en una oportunidad única. Es decir, más de trescientos jóvenes músicos en la fase final de su formación (y algunas voces aún más jóvenes en la primera) deleitarán al respetable con la partitura. Que Carmina Burana cuenta aún por muchos a sus incondicionales, por cierto, lo demuestra la evidencia: las entradas para el concierto de esta noche se agotaron hace ya varias semanas.

Los profesores Diego González y María del Mar Muñoz se hacen cargo de la dirección de la orquesta, mientras que Manuel Sanchidrián e Iván Villa hacen lo propio con la del coro. El elenco de solistas cuenta con la soprano Carmen Boatella y el tenor José Antonio Larrubia, ambos alumnos de canto en el Conservatorio Manuel Carra, y el barítono malagueño José Antonio Ariza. El objetivo es repetir el éxito cosechado el año pasado en el mismo escenario y bajo el mismo formato con la Quinta Sinfonía de Beethoven, en un celebrado concierto que sirvió para calibrar de primera mano el abultado talento musical que Málaga es capaz de generar en sus centros educativos dedicados a la disciplina.

"Se trata de una experiencia musical única, ambiciosa, pionera e innovadora para la comunidad educativa participante. El resultado es sin duda espectacular y está repleto de ilusión", explican los organizadores de la iniciativa. Los jóvenes músicos llegan al concierto de hoy en el Teatro Cervantes después de muchas horas de ensayo (el último repaso general tuvo lugar el pasado sábado en la Sala Falla del Conservatorio Superior de Música) y con el trabajo hecho para llevar a Carmina Burana a la cima sonora que le corresponde. Al público, por su parte, le toca constatar que el futuro de la música clásica en Málaga está en buenas manos; motivo de sobra para prestarle la atención debida.

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