Sobre uno de los principales monumentos de la ciudad y con increíbles vistas, una veintena de trabajadores se afanan por hacer realidad el proyecto arquitectónico que librará a la Catedral de Málaga de las humedades que estaban causando su deterioro. El pasado mes de octubre comenzaron las obras en el templo para hacer una cubierta catalana "que permita respirar y disipar las condensaciones" que han estado molestando la estructura interior del templo, según los técnicos. Por el momento ya se ha realizado el 60% de la actuación prevista y, aunque están muy satisfechos del ritmo de ejecución, no estará terminada hasta la próxima primavera.

"Aunque teníamos pensado acabar a finales de este año o principios de 2009 no se podrá tener listo hasta marzo o abril", aseguró el aparejador de la Catedral, Fernando Ramos. "El tratamiento tiene que ser exquisito, es una labor muy minuciosa y hay que hacerla bien", justificó así Ramos los meses de demora, ya que sobre el terreno no se han encontrado ningún tipo de problema en estos meses de trabajo. El arquitecto Juan José Jiménez Mata visita semanalmente la obra y tanto Fernando Ramos como el arquitecto Álvaro Mendiola, grandes conocedores del edificio, controlan todos los detalles.

Las actuaciones comenzaron sobre el crucero y la girola -parte financiada por el Ayuntamiento, Obispado y Junta de Andalucía-. Posteriormente se iniciaron las obras sobre las bóvedas de la nave central y las laterales. Algunas partes aún se encuentran en la primera fase del proyecto y sobre otras se está probando ya el acabado de baldosa cerámica, realizada específicamente para la Catedral de Málaga en una fábrica de Granada.

La propuesta ganadora del concurso de ideas fue la de menor impacto visual, la más conservacionista con el monumento y tradicional en su ejecución. Sin embargo, sí que se han valido de los materiales más novedosos para impermeabilizar el monumento y darle una gran garantía de perdurabilidad, como explica Manuel Ramos, director de ejecución de obra. Con esta intervención general se "evacuarán las aguas y se creará una cámara de aire entre interior y exterior que permita evitar las condensaciones", aclaró Manuel Ramos. Así se mitigarán los achaques de la edad.