Cultura

El Cementerio de San Miguel, integrado en el Patrimonio Histórico

La Consejería de Cultura ha registrado en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz (Cgpha), como bien de catalogación general, el Cementerio de San Miguel de Málaga, en aplicación de la Disposición adicional sexta de la Ley 14/2007, de 26 de noviembre, del Patrimonio Histórico de Andalucía. La protección del inmueble, considerado por los expertos uno de los principales cementerios monumentales de Andalucía, ha sido solicitada por el Ayuntamiento de Málaga, al que corresponde la propiedad del camposanto, según informaron fuentes de la Junta de Andalucía.

Este cementerio sigue los cánones neoclásicos y constituye un ejemplo de la arquitectura funeraria de los siglos XIX y XX. En este sentido, presenta un gran valor antropológico como testimonio de la evolución del arte y las costumbres relacionadas con la muerte en la sociedad malagueña de la época. Se trata se uno de los pocos ejemplos de tipología arquitectónica decimonónica que se ha mantenido casi sin alteraciones importantes, lo que ha permitido conservar obras de gran valor artístico. Las grandes familias de la burguesía malagueña del XIX construyeron panteones en los que utilizaron materiales nobles y que fueron firmados por prestigiosos arquitectos y maestros de obras. El primer mausoleo levantado fue el obelisco en memoria de Salvador Barroso, realizado en 1844 por Cirilo Salinas; y a éste seguirían unos 250.

El camposanto fue bendecido en 1810, siendo clausurado en 1987 y reconvertido en columbario. Su trazado es regular y simétrico, siguiendo el esquema de los cementerios monumentales. Actualmente se conservan dos patios; ambos de forma rectangular, estando el segundo situado a continuación del otro transversalmente. Resalta especialmente su portada de acceso clásica y con pilastras que sustentan un frontón triangular. En el eje de la calle principal se sitúa la capilla, que data del año 1837.

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