Un estreno nacional, de una autora malagueña, y avalado por una sólida compañía de teatro local. Los motivos centrales por los que Antígona llega este sábado y domingo al Teatro Alameda son para el director del festival, Miguel Gallego, argumentos sobradamente válidos para justificar la revisión que del mito de Sófocles realizara María Zambrano, "la arqueóloga del espíritu", como la definió ayer su director, Franco Palmieri.

"Hemos querido confrontar este texto decisivo para comprender la falta de comprensión que se vive en estos tiempos", explicó Palmieri para referirse a un momento de "oscuridad" en el que el teatro y, sobre todo, "la mirada profética" de María Zambrano se erige como "una fuente de luz", matizó el prestigioso director italiano.

Conocedor del trabajo de los actores de El Círculo de Tiza, Palmieri le sugirió hace más de un año a María Bravo (actriz fundadora de la compañía) la posibilidad de rescatar Antígona para la escena. "Es un poco locura", pensó la malagueña antes de embarcarse en este proyecto. Pero con el respaldo económico de Unicaja y un trabajo actoral y técnico "complicado pero fascinante" salió adelante el montaje que, tras su paso por Málaga viajará en marzo de gira por Italia.

El mito de Antígona representa desde hace más de dos mil años la heroicidad, el dolor, la justicia y la rebeldía de una mujer que se opone a las leyes de su ciudad y es enterrada viva. Relegada a una cueva por mandato de su tío Creón recibe la visita imaginada de las personas importantes en su vida.

María Zambrano rescata en su única obra teatral, La tumba de Antígona, a la hija de Edipo allí donde Sófocles la abandona, y desciende con ella a los infiernos a través de un viaje al interior del ser humano. "Nadie puede conocerse a sí mismo si no conoce su esqueleto", expresó María Bravo. Con prólogo inspirado en textos de Sófocles, Brecht y Anouith comienza esta puesta en escena de una Antígona que quiere rendir homenaje en esta ocasión a "la palabra verdadera" de María Zambrano, recalcó Palmieri.