La palabra libertad mueve las páginas del texto constitucional y la imaginación de sus últimos lectores. Ayer un grupo de estudiantes de la Escuela de Bellas Artes de San Telmo terminaban los murales que ilustrarán los pasillos del centro. Con la palabra libertad como denominador común y por iniciativa propia jóvenes de entre 17 y 21 años han decidido festejar el Día de la Constitución con sus mejores armas: unos cuantos aerosoles, un lienzo de madera y mucho talento.

A las doce del mediodía, el patio de la escuela se podía confundir con un taller de grafiteros. Ajenos a las miradas de sus compañeros, sus artífices remataban la faena con el hip hop de un radiocasete como sonido ambiente. Jesús Martínez e Isabel Sánchez daban los últimos retoques al rostro de una joven que gritaba las palabras "por siempre libertad", eje de su mural. Acostumbrados a ilustrar con sprays los muros de muchas rías de Málaga reconocían el poco reconocimiento social del que gozan. "No está tan bien visto como un óleo y no todo lo que se ve por las calles es grafiti, se confunde con vandalismo", lamentaba Isabel.

A pocos metros, Hernán Cortés y Juanfra Castillo compartían motivo de alegoría. España en letras capitulares con los colores de la bandera y ardiendo en llamas. A su alrededor alas y cadenas rotas como símbolos de su pensamiento. Y en una esquina, un diminuto rey leía a escondidas la carta magna. Precisamente. Juanfra ha sido el responsable de esta iniciativa. Propuso a la organización del centro decorar los pasillos con murales y aprovechar la efemérides del 6 de diciembre. La respuesta fue positiva y la escuela les cedió tiempo, espacio y los materiales que necesitaran.

Coordinados por la fotógrafa Noelia García Bandera (responsable de las actividades extraescolares en la escuela) un grupo de alumnos entregaron siete bocetos a concurso y cinco de ellos son los que definitivamente han salido elegidos. Hoy en la sala de exposiciones de la escuela los mismos escolares han preparado una conferencia sobre la historia del grafiti con sus trabajos de fondo.

Parte de la obra gráfica de Juanfra decora el campo de fútbol Pedro Berruezo de Huelin. Sobre la posibilidad de dedicar su futuro profesional a esta disciplina urbana, contestaba tajante. "Vivir de esto va en contra del grafiti, es un arte libre".

El problema de la vivienda y, de nuevo, la libertad presidían los argumentos de obra de Héctor Hurtado con un inmenso rostro rodeado de barcos de papel. "Como la constitución, frágiles pero que todo lo aguantan", reflexionaba.