Cultura

Craig Armstrong: "No importa el instrumento, sino la emoción"

  • El compositor de la música para películas como 'Moulin Rouge' y 'Romeo y Julieta' fue ayer el protagonista de la jornada del Mosma

El escocés Craig Armstrong no tiene inconveniente en revelar los instrumentos que utilizó en la música de películas como Romeo y Julieta, Moulin Rouge o World Trade Center porque cree que "no importan tanto los instrumentos que uses como la emoción que haya detrás de cada nota". "Un pianista, con sólo un par de notas, puede conectar con el público y llegar a sus emociones", afirmó ayer en un encuentro con el público Armstrong, homenajeado en el primer festival de música de cine Movie Score Málaga (Mosma), organizado por el Festival de Cine Español.

De vuelta a su Glasgow natal tras la etapa de formación, en sus inicios tuvo que tocar el piano en un bar y después empezaría a hacer arreglos para Massive Attack, Madonna o U2, en este caso para la música de la película GoldenEye interpretada por Tina Turner. Más tarde conocería al director que más le ha marcado, Baz Luhrmann, con quien desde el primer momento sintió "una gran conexión" y con el que lleva veinte años de relación profesional.

También ha trabajado con Oliver Stone, del que destaca su "gran atención por el detalle", y que en septiembre estrenará la última colaboración de ambos, Snowden, una película "sobre la libertad y los derechos que la gente tiene que ver, sobre todo los jóvenes". Para Stone compuso la música de World Trade Center, una película que a Armstrong le afectó "emocionalmente" porque vivió el 11S en Nueva York, adonde había llegado un día antes por motivos de trabajo. "A Stone lo criticaron, pero era un tratamiento muy honesto de lo que ocurrió. Por sus trabajos anteriores, la gente pensó que debería haber incidido en lo destructiva que es la política exterior americana, pero él quería centrarse sólo en el aspecto humano".

El proceso de trabajo es muy diferente con ambos directores, porque con Stone "se recibe el guión muy pronto, después se le presenta la música y dice si le gusta o no", mientras que Luhrmann "se involucra mucho desde el principio" y en algunos casos ha trabajado hasta tres años en un proyecto.

Considera el compositor que el cine "es un trabajo de equipo" en el que la música es una pieza más, "y cuando todos hacen su labor bien, el cine es una forma de arte". Al asistir al estreno de las películas en las que ha trabajado, para Armstrong es imposible hacerlo "como un espectador virgen", y revela que, cada vez que ve Moulin Rouge, siempre oye "una trompa que está donde no tendría que estar" y le "duele". Cuando estaba en el preestreno de Romeo y Julieta junto al perfeccionista Luhrmann, éste le preguntó "si todavía se podían cambiar cosas", pero ya era tarde.

Craig Armstrong, que no renuncia al cine comercial entre sus proyectos, tiene claro el consejo que da a los realizadores jóvenes: "Hagan sus propias películas".

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