Cultura

Crímenes a ritmo de reggae

  • El escritor jamaicano Marlon James narra un hecho real, el intento de asesinato de Bob Marley, con una estructura inspirada en Faulkner

Al final de su tocho de 800 páginas, Marlon James (Kingston, Jamaica, 1970) confiesa que estaba un pelín atascado en la redacción de esta novela. Tenía unas cuantas páginas escritas, unos cuantos personajes a medio construir y unos cuantos borradores a medio hacer, pero no era capaz de encontrar un hilo narrativo que diera forma a su libro. Un día, comiendo con una amiga, ésta le preguntó cuánto hacía que no leía el Mientras agonizo de Faulkner. Aquel día se dio cuenta de que tenía una novela. Se inspiró en el maestro sureño para dotar de una estructura singularísima a su obra y el resultado fue un libro enorme en todos los sentidos, que tituló Breve historia de siete asesinatos, que obtuvo el premio Man Booker del año pasado, y que esta primavera pasada publicó en español la editorial Malpaso.

Lo de breve parece de guasa cuando uno coge por primera vez el libro. Ni breve ni ligero. Y no es plan de desvelar cuántos asesinatos hay, pero nada más que viendo la sangre caer en la portada de la preciosa edición española se hace uno a la idea de que igual hay algún crimen más. Por cierto, Malpaso hace una de esas cosas que no se entienden por qué no la ponen en marcha los demás sellos: regala el ebook a quien compra el libro de papel. A ver si los demás la copian como Marlon James hizo con Faulkner en esta historia de crímenes a ritmo de reggae.

Breve historia de siete asesinatos parte de un hecho real, el intento de asesinato de Bob Marley en su casa de Kingston en 1976, dos días antes de que se celebrara un concierto por la paz para tratar de frenar una inminente guerra civil que amenazaba al país. A partir de aquí relata una historia de ficción en la que sigue la vida de los pistoleros que participaron en aquel asalto y de los personajes con los que éstos trataron y de los que se rodearon años después.

Como Mientras agonizo, el libro no tiene un narrador, sino hasta 13. No arranca con el sonido de un carpintero aserrando la madera que convertirá en el ataúd de la protagonista, pero lo hace con la narración de un muerto, un político jamaicano asesinado cuyo fantasma parece tener ganas de venganza. Sus intervenciones dividirán la estructura del libro en distintas partes, cada una de ellas ocurrida en un momento concreto de la historia de Jamaica y de EEUU.

El introito del político difunto servirá para dar paso a una galería de delincuentes, sicarios, traficantes de droga, agentes de la CIA y un periodista trasunto de Marlon James. Irán relatando cómo vivieron los acontecimientos, lo que no siempre quiere decir que digan la verdad. Son testigos de un país que se desangra cada día más por los enfrentamientos entre pandillas rivales, cada una de ellas controlada por uno de los dos grandes partidos políticos jamaicanos. Y para que nadie se líe con los nombres hay un glosario de personajes que termina resultando muy útil.

James es un excelente narrador. Su trabajo supone toda una proeza literaria. Sabe mantener la tensión narrativa durante las 800 páginas que tiene esta breve historia. ¿Que podría haber escrito algunas menos? Pues sí. Y Tolstoi en Guerra y paz también.

El intento de asesinato de Marley (aka El Cantante) sirve de eje de la primera parte de la novela, pero uno se pregunta si igual no es nada más que un mcguffin al servicio del verdadero propósito del libro: contar la historia del principal capo de la droga de la historia de Jamaica. En el libro lo encontrarán bautizado como Josey Wales, quizás en homenaje al personaje de Clint Eastwood en El fuera de la ley, pero en la vida real se trata de un mafioso llamado Lester Coke.

Todos estos señores jamaicanos que viven de los trapicheos hablan un inglés un tanto raro, el criollo. Ahí cobra valor la traducción española, a cargo de Javier Calvo (ojo, el mismo que se atrevió a traducir La casa de hojas después de bordarlo con La broma infinita), que ha contado con la colaboración de la escritora cubana Wendy Guerra para traducir las partes del inglés más caribeño. El resultado es brillante. Eso sí, absténganse los de estómago delicado.

Breve historia de siete asesinatos

Marlon James. Trad. Javier Calvo. Malpaso. Barcelona, 2016. 800 páginas. 25 euros

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