Cultura

Cristino de Vera revela en el Archivo Municipal su obsesión por la muerte

  • Las calaveras, los cuerpos semifantasmales y las velas son la esencia de gran parte de los 47 óleos y dibujos que el artista tinerfeño exhibe hasta el 22 de abril

La sala de exposiciones del Archivo Municipal presenta hasta el 22 de abril la exposición Cristino de Vera. Esencia y fugacidad, una muestra con 47 obras del artista canario, procedentes del Instituto Valenciano de Arte Moderno.

Las calaveras, los recipientes sencillos, los cuerpos semifantasmales y las velas son la esencia de gran parte de los 47 óleos y dibujos de este pintor obsesionado con la muerte. Según el comisario de la exposición, Rafael Sierra: "las calaveras nos recuerdan la fugacidad de la vida", explicó ayer durante la presentación de la muestra.

El propio pintor, que celebra ahora su 80 aniversario, señala que "en el génesis del hombre quedan residuos de recuerdos del paraíso, pero no percibe claramente que vive en la Tierra, que por el mismo hecho de ser Tierra y no Paraíso es imperfecta, y en un lugar imperfecto no puede existir belleza perfecta y absoluta".

Tenía seis o siete años cuando, camino de la escuela, Cristino de Verase se topó con el primer cuadro que recuerda. Fue en el mercado municipal de Santa Cruz de Tenerife, su localidad natal. Allí descubrió a un artista pintando, a la manera de los impresionistas, carros de verduras rodeados de gente. "Aquel día no aparecí por clase; recuerdo que aquella visión del pintor me deslumbró. Durante mucho tiempo pensé en las telas, en los colores", señala Cristino de Vera en La palabra en el lienzo, un libro de tapas blancas y páginas inmaculadas donde se recogen sus poéticos y profundos escritos.

Azotado y torturado por algunos recuerdos familiares y por el viento de las islas, que con su perturbador rugido atormenta las cabezas, De Vera decidió, hace ya muchos años, poner tierra de por medio y descubrir nuevos horizontes. Se desplazó a Madrid y desde ahí al resto del mundo, donde descubrió en compañía de su mujer Aurora, y su buen amigo Patricio la filosofía oriental y a los grandes maestros de la pintura occidental.

Las obras de Cristino de Vera están salpicadas de referencias a Mantegna, Zurbarán, Morandi y Rothko. Los dibujos y lienzos que se exhiben en el Archivo Municipal de Málaga forman parte de las colecciones de pintura y dibujo del Instituto Valenciano de Arte Moderno, donde llegaron tras la donación que realizó el artista en el año 2005.

El pintor fue galardonado con el Premio Nacional de Artes Plásticas en 1998. El grueso de su obra lo conservan el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Instituto Valenciano de Arte Moderno, la Abadía de Silos y la Fundación Cristino de Vera.

La exposición fue inaugurada ayer por el concejal de Cultura en el Ayuntamiento, Damián Caneda; la directora del IVAM, Consuelo Ciscar; y el comisario de la exposición, Rafael Sierra.

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