Cultura

Dan Fesperman traza su mapa del infierno en su nueva novela

  • 'El prisionero de Guantánamo', recién publicada en España, refleja los horrores cotidianos de la prisión cubana

El periodista y escritor estadounidense Dan Fesperman acaba de publicar en España su novela El prisionero de Guantánamo, una obra en la que el autor refleja el horror de esta "polémica y terrorífica" prisión, y que ya mereció en su país el premio Hammett 2006. La novela es fruto del interés que desde siempre ha sentido el autor "por las sociedades cerradas, con sus propias reglas y códigos de conducta" y, también, de un viaje que realizó a la base militar americana en los años 70 como corresponsal del diario The Baltimore Sun, según explicó el propio escritor.

En esa zona de Cuba, en la que "la belleza del Caribe convivía con la desolación del gran desierto", se dio cuenta de "lo exótico y extraño que era ese lugar", en el que los soldados "acaban desquiciados por el aislamiento y la claustrofobia".

"Todo eso es ya de por sí una mezcla bastante potente", pero si además se añade una prisión donde los "interrogadores y oficiales de inteligencia pueden torturar o no a sus prisioneros", la historia estaba servida, afirma Fesperman, quien no se pudo "resistir" a contarla y por ello volvió a Cuba en el verano de 2003, aproximadamente la época en la que transcurre la novela.

Por esa fecha, Guantánamo "estaba en su punto más álgido, tenía alrededor de 640 prisioneros, y los sentimientos estaban a flor de piel", señaló el autor, que ha sido corresponsal de guerra en Sarajevo y en el Golfo Pérsico, entre otros conflictos bélicos. En la obra, el clima de desconfianza es la clave del argumento que se suma a los problemas internos y las luchas por el poder que resultan idóneos, según el propio escritor, para construir un ambiente de "suspense e intriga".

En El prisionero de Guantánamo, Revere Falk, un oficial del FBI e interrogador de prisioneros yemeníes, prefiere usar técnicas persuasivas para conseguir la información que desea y rechaza la violencia para lograr su objetivo. Su vida transcurre tranquila hasta que la muerte de un compañero trae al presente un error que este marine cometió en la juventud y que creía olvidado.

Falk se verá involucrado así en una trama en la que se deja entrever que el régimen castrista podría tener relación directa con la organización terrorista Al-Qaeda.

"Considerando la relación que Cuba ha tenido durante años con los grupos palestinos, y que Castro financió sus campos de entrenamiento, no resulta descabellado pensar que un investigador privado haya podido entrar en contacto con Al-Qaeda antes del 11-S", asegura el autor de El barco de los grandes pesares.

Fesperman, quien en su libro critica la forma agresiva en la que algunos soldados tratan a sus prisioneros, se muestra convencido de que en Guantánamo hay muchos oficiales que se niegan a practicar la violencia en los interrogatorios: "Algunas de las técnicas más duras utilizadas en la prisión han sido atenuadas porque han resultado ineficaces para lo que pretendían".

"Guantánamo tiene hoy una connotación negativa para la mayoría de los estadounidenses", afirmó, para después añadir que "el hecho de que los líderes políticos quieran ganar votos jurando cerrar la prisión da una idea de la importancia que este tema tiene para la gente".

Admirador de los novelistas británicos Graham Greene y John Le Carrè, este escritor confía en que el candidato del partido demócrata, Barack Obama, gane las elecciones a la Casa Blanca porque, según dice, es el "único líder capaz de inspirar y de hacer frente a las profundas divisiones del país".

Dan Fesperman, quien actualmente se encuentra inmerso en un nuevo proyecto que le trasladará hasta Suiza en tiempos de la Segunda Guerra Mundial, reveló que su deseo es publicar "un libro en la ciudad de Baltimore en vísperas de la Guerra Civil americana, justo antes de que Abraham Lincoln tomara posesión de su cargo en la Casa Blanca".

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