Crítica de Teatro

España 5 - Inglaterra 0

Sin conocer el legado dramático de todos los países del mundo es difícil establecer qué nación ha escrito el mejor teatro. Es cierto que Shakespeare viene el primero a la mente cuando se piensa en el dramaturgo por antonomasia, pero si esto es así es "porque los ingleses siempre han sabido venderse mejor". Así comienza Malvados de Oro, un repaso por los más pérfidos villanos que jalonan el teatro del Siglo de Oro español, demostrando con hechos cómo nuestra literatura atesora auténticas joyas.

Daniel Albaladejo conquista desde el primer minuto con su potente voz, su confianza sobre las tablas y su asombroso manejo del verso. Las palabras fluyen engarzadas en sonetos, romances y redondillas con una naturalidad que irradia verdad, pero desde una colocación técnica cuidada. El actor rompe la cuarta pared para involucrarnos en la representación y de manera didáctica nos contextualiza y explica sobre los personajes que construye. Acto seguido se transforma con su voz en la peor calaña del teatro español: el comendador Fernán Gómez de Fuenteovejuna, el duque de Ferrrara de Castigo sin venganza o hasta el Anticristo de Ruiz de Alarcón, entre otros.

Aunque la puesta en escena es algo desnuda y algún recurso de vestuario sea repetitivo, poco más hace falta para poner el foco en el texto dramático. También cuentan con proyecciones en las que el actor juega a convertirse en imagen, y de ella volver a su carne y hueso. Aunque este esparcimiento no tiene mucho que aportar a la narrativa, junto a otros guiños cómicos al público y al técnico se consigue acercar el universo barroco a un presente más desenfadado. En definitiva, un espectáculo que te obliga a revivir nuestro mejor teatro y recordar lo bien que a veces hacemos las cosas en casa. El Siglo de Oro es la mejor Marca España. Ahí ganamos por goleada.

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