El XXVII Festival de Teatro de Málaga clausuró su programación el pasado fin de semana con 17.278 butacas ocupadas para los espectáculos de sala, casi un 10% más que el año pasado, en el que 15.739 personas asistieron a las salas. La media de espectadores por función en su escenario principal, el Teatro Cervantes, también se ha incrementado significativamente: de un 75% de ocupación en el vigesimosexto certamen se ha pasado a un 80% de las localidades ocupadas en la recién clausurada edición. En el Echegaray, que este año se ha incorporado al Festival supliendo al Teatro Alameda, segundo escenario de anteriores ediciones, también se ha superado ampliamente el 80% de ocupación de las localidades disponibles. A los más de 17.000 espectadores de sala hay que añadir las personas que vieron los espectáculos de calle programados en el centro histórico y el CAC Málaga o que asistieron a las charlas y lecturas dramatizadas del Teatro Echegaray.

Las obras que atrajeron a más personas fueron Fedra, lleno en sus tres funciones; la puesta en escena de Metrópolis, también con todo el aforo vendido; Fiebre del sábado noche, que agotó los tickets de 3 de los 6 pases y rozó el no hay billetes en otras dos, y Ser o no ser, dos de cuyas tres funciones se representaron con el Cervantes lleno.