Cultura

La Filarmónica busca su nueva sala de ensayos en El Ejido

  • Los viejos comedores universitarios se perfilan como sustitutos del local de Carranque en un proyecto que carece todavía de financiación

Ensayo de la Orquesta Filarmónica de Málaga en su local de Carranque con su director titular, Manuel Hernández Silva (de espaldas).

Ensayo de la Orquesta Filarmónica de Málaga en su local de Carranque con su director titular, Manuel Hernández Silva (de espaldas). / javier albiñana

Aquel Auditorio del Muelle de San Andrés del que tanto se habló y sobre el que se corrió un tupido velo tras la extinción del consorcio responsable de su sostén financiero incluía, además de sus salas de conciertos, un recinto reservado para los ensayos de la Orquesta Filarmónica de Málaga (la que habría de ser, al cabo, principal usuaria del equipamiento). De modo que el adiós al Auditorio significó la renuncia no sólo de un espacio para disfrutar de la OFM en las mejores condiciones acústicas, también de un instrumento cuya sustitución es desde hace demasiado tiempo una cuestión urgente. La orquesta continúa preparando hoy día sus conciertos en la misma sala de ensayos de siempre, en la Plaza Pío XII de Carranque, empleada también como estudio de grabación y que hace ya años adquirió condición de deficitaria tanto por sus dimensiones (impropias para una plantilla como la de la OFM) como por sus calidades sonoras. Eso sí, desde que el proyecto del Auditorio amenazó con eternizarse y finalmente con esfumarse, la orquesta no ha cejado en su empeño de encontrar alternativas. Si, más allá de su temporada de abono en el Teatro Cervantes, aparecieron nuevos aliados como La Térmica y su ciclo La Filarmónica frente al mar en lo que a conciertos se refiere, la agrupación aspiró en su momento a reconvertir la antigua prisión de Cruz del Humilladero en un centro cultural de índole musical con sala de ensayos incluida; el proyecto se malogró después de que el Ayuntamiento ofreciera las instalaciones a una universidad privada (lo que constituyó otro proyecto malogrado) y de que se anunciara la puesta en marcha de un centro de jóvenes creadores que se quedó finalmente sin financiación. Ahora, la Filarmónica vislumbra en el horizonte una posible solución para sus ensayos que tiene la forma precisa de los antiguos comedores universitarios del Campus de El Ejido.

Así lo confirmaron a Málaga Hoy diversas fuentes municipales y de la misma orquesta, quienes señalaron que tanto el Ayuntamiento (titular al 50% del consorcio de la OFM junto a la Junta de Andalucía) como la Universidad ven con buen ojos la operación. Según el plan previsto, el Consistorio se irá haciendo cargo en los próximos años de los edificios que la UMA tiene previsto dejar en El Ejido para el definitivo traslado de las facultades, escuelas y demás organismos que aún permanecen en el barrio y a los que se pretende dotar de un uso cultural, un trueque que podría cristalizar con la nueva sala de ensayos de la OFM en el mismo lugar que antaño sirviera de sede a las actividades escénicas y cinematográficas de la Universidad. El gerente de la orquesta, Juan Carlos Ramírez, explicó ayer que la medida contaría también con la bendición de la formación, ya que el recinto de El Ejido cuenta con el doble de capacidad que el local de Carranque, "lo que nos permitiría no sólo ensayar con más comodidad, también incorporar otras actividades como la Academia de la Filarmónica e incluso la formación de un coro propio de la orquesta". Además, la situación de los comedores, justo al lado del Conservatorio Superior de Música, el Teatro Cánovas y de la sala de ensayos de la coral Cármina Nova, resulta a priori la idónea para asentar la plaza fuerte de la Orquesta Filarmónica.

El pero vuelve a ser, sin embargo, el de siempre: para convertir los viejos comedores en la sala de ensayos que necesita la OFM habría que someter el inmueble a una profunda reforma (que, entre otras cosas, pasaría por nivelar el piso del auditorio) de cuyo coste se ha hecho una primera valoración en torno a un millón de euros. El Ayuntamiento confía en que se pueda rebajar la cifra "de manera realista", pero, sea como sea, las posibles vías de financiación constituyen por ahora un enigma. Para la buena salud de una orquesta, la sala de ensayos no es precisamente una cuestión baladí. Y la OFM se juega mucho al respecto. Por el bien de todos, debería salir bien.

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