Cultura

La Filarmónica, al límite

  • Después de perder festivales y proyectos, la limitación presupuestaria obliga a la OFM a retrasar los encuentros de la Joven Orquesta Barroca

La rigurosa operación bikini a la que sigue sometida la Orquesta Filarmónica de Málaga a cuenta de la limitación presupuestaria impuesta desde hace ya algunos años (lo que se traduce, como veremos, en menos recursos disponibles por más que las cantidades invertidas desde las administraciones públicas se mantengan) no se toma un respiro ni siquiera en el 25 aniversario de la agrupación, para el que todo prometía ser parabienes y escaparates. Si en los últimos años la orquesta ha tenido que prescindir de actividades como el Ciclo de Música Contemporánea y el Festival de Música Antigua, además de ajustar su plantilla y sacrificar gran parte de sus comparecencias fuera de Málaga, el último episodio es el aplazamiento de los encuentros de la Joven Orquesta Barroca de Andalucía (JOBA) hasta 2017, y esto en el caso de que los presupuestos que se aprueben para el año que viene lo permitan. La OFM creó la JOBA hace seis años como un proyecto que aunaba lo artístico y lo pedagógico, especialmente dirigido a jóvenes músicos en pro de su mayor formación con vistas a los repertorios e instrumentos barrocos. El procedimiento se estableció con cierto carácter residencial, a través de una formación que se renovaría al completo cada dos años, plazo de que dispondrían los instrumentistas para ahondar en los compositores y las formas previas al periodo clásico a través de conciertos dentro y fuera de Málaga, encuentros con expertos en música antigua, jornadas y otras propuestas. En las últimas convocatorias, La Térmica se había convertido en sede estable de la JOBA al ofrecer sus dependencias para sus actuaciones y demás actividades. Hace unos días, como informó La Opinión de Málaga, el gerente de la OFM, Juan Carlos Ramírez, envió una carta a los actuales miembros de la JOBA para indicarles que, dada la imposibilidad presupuestaria de seguir adelante con el calendario previsto para este año, los encuentros a realizar en julio, septiembre y diciembre se suspendían sin remedio; y que su intención era recuperarlos a partir de enero. Ramírez informaba de que la situación obligaba a destinar la inversión precisa a la Orquesta Filarmónica, a cuenta de unos compromisos contractuales que no se podían dejar desatendidos. "No es una disolución ni una extinción, pero sí, inevitablemente, una suspensión", concretó Ramírez a Málaga Hoy.

Ante esta decisión, las instituciones que componen el consorcio de la orquesta, la Junta del Andalucía y el Ayuntamiento, afirman que las cantidades aportadas al presupuesto de 2016 se mantuvieron en las mismas cifras de los anteriores ejercicios, por lo que no habría razón para suspender las actividades que se venían desarrollando con los mismos recursos. Pero lo cierto es que la OFM arrastra este año un déficit de 100.000 euros debido al pago a sus trabajadores de la parte proporcional de las pagas extraordinarias de 2012 y al incremento del IRPF en un 1%. Tanto el Ayuntamiento como la Junta de Andalucía (que aportaron a los presupuestos de este año, respectivamente, 2.389.945 y 2.059.557 euros, las mismas cantidades que el año pasado, hasta los 4.767.064 del total) sabían de la obligación legal de asumir ese gasto por parte de la OFM pero decidieron mantener sus aportaciones al consorcio en los mismos términos, lo que se traduce en iguales cifras pero menos recursos. Los 100.000 euros daban para financiar de sobra los tres encuentros de al JOBA, pero, sin ellos, la gerencia tendría que sacrificar recursos de la OFM para su celebración, y Ramírez fue ayer claro al respecto: "Estamos al límite".

Aunque las comparaciones sean odiosas, cabe apuntar que la Junta de Andalucía decidió recientemente aportar a la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla, independientemente de la dotación presupuestaria, una inversión de 180.000 euros, más otra financiación de 250.000 euros compartida con el Ayuntamiento de Sevilla, más otra partida de 326.000 a satisfacer en los dos próximos ejercicios para satisfacer la deuda acuciante de la ROSS, que se elevaba ya a 1,3 millones de euros (para completar la cantidad restante, el Ayuntamiento aportará otros 250.000 euros y se buscarán patrocinios por valor de otros 215.000 euros). El compromiso con la Orquesta Filarmónica de Málaga, no obstante, parece no ser tan firme: el Ayuntamiento ya asumió en su día el gasto que se negó a hacer la Consejería de Cultura para el último incremento presupuestario (aunque el Consistorio y la Junta comparten el consorcio al 50%, la institución municipal aporta 330.000 euros más cada año), y las reacciones ante la desaparición del Ciclo de Música Contemporánea y el Festival de Música Antigua han sido nulas. De hecho, la OFM había barajado la posibilidad de resucitar este verano el Festival de Música Antigua, aunque la evidencia obligó a los impulsores a desistir del empeño. Y eso que hablamos del 25 aniversario de la orquesta. Igual alguien puede considerar que la OFM es algo importante.

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