El que está considerado como el mejor bajo dramático verdiano de los últimos 20 años, el siciliano Feruccio Furlanetto, será el protagonista este lunes en el Teatro Real de la ópera en versión concierto Don Quijote, de Massenet, un papel que se sale de los "malos" que él borda y con el que está "encantado". Furlanetto (1949) lleva doce años interpretando ese papel y, según asegura es el que "más ama" de sus habituales: Boris (Boris Godunov), Felipe II (Don Carlo) y Thomas Beckett (Muerte en la catedral). "De los cuatro es el que más me gusta por su humanidad, su poesía y el amor que destila, pero es que además está escrito para mi voz en la forma ideal. No me produce ningún cansancio y eso que es exigente, como en las escenas de los molinos de viento o de los bandidos. Cada vez me enamora más", detalla bajando aún más su abisal tono. Dirigido por Marc Piollet, "su" bella Dulcinea será la no menos espléndida Anna Caterina Antonacci y el bajo barítono argentino Eduardo Chama encarnará a Sancho Panza.

"Es la primera vez que canto con Anna y estoy feliz porque es bravísima. Es una artista que pone el corazón y eso en esta ópera es esencial. Estoy muy contento con semejante elenco porque con Chama ya la hemos hecho en los últimos cuatro o cinco años muchas veces y somos un equipo. Es muy importante quién te de da la réplica y él siempre me lo hace fácil", subraya. Con lo que no está tan contento es con que sea en versión concierto: "Es un auténtico pecado porque con la escena se centuplica toda la humanidad de un texto y una música tan bella", afirma.

Don Quijote -que se repetirá el jueves 22- , es un trabajo de madurez de Jules Massenet estrenado en 1910, el mismo año que Richard Strauss deslumbró con El caballero de la rosa, y aunque no logró el mismo efecto en el público, lo cierto es que durante el siglo XX se han hecho numerosos montajes de ella. Massenet y el libretista Henri Cain crearon esta ópera basándose en el texto del poeta Jean le Lorraine El caballero de la larga figura, inspirada a su vez en los personajes y tramas de la obra de Miguel de Cervantes, con la que se toma muchas libertades.

Furlanetto se siente un privilegiado y un afortunado por vivir en escena historias como esa, "con esa humanidad que traspasa fronteras" y volver a escenarios como el Real, en el que cantó el pasado julio en el "extraordinario" Simon Bocanegra de Plácido Domingo. "Fue una cosa milagrosa, no solo por los aplausos -más de media hora- sino por ver a esas miles de personas en la plaza aclamando a a Plácido y locos de alegría con lo que vivían".

¿Continuará como el tenor español hasta que tenga, por lo menos 70 años? "Digamos que tengo la fortuna de haber llegado a mi edad con una vocalidad fresca, con el repertorio siempre justo, con la posibilidad de afrontar fácilmente mis papeles y eso lo nota el público".