Cultura

Gibson cree que "no es bueno para España" no saber dónde está Lorca

  • El hispanista reedita en Crítica su biografía del poeta granadino con motivo del 75º aniversario de su muerte · Afirma que no entiende la actitud de la familia del escritor

"Me gustaría saber de una vez cómo murió Lorca. No es una morbosidad, quiero saberlo", indicó ayer el escritor y hispanista Ian Gibson. La editorial Crítica recupera ahora la biografía Federico García Lorca, escrita por Gibson y que fue publicada en dos tomos en 1985 y 1987.

El misterio de la muerte del poeta y dramaturgo sigue siendo la incógnita que no permite descansar a Gibson, irlandés de nacimiento y, desde 1984, también ciudadano español. A su juicio, tal y como declaró durante la presentación de esta biografía, "no es bueno para España no saber dónde está Lorca".

Más de 20 años después, y con varios libros a sus espaldas sobre algunos personajes vitales para la historia reciente de España, el hispanista revisa esta obra en una nueva edición con motivo del 75º aniversario de la muerte de Lorca. En ella repasa de forma exhaustiva la vida del poeta y saca a la luz el lado más oscuro y misterioso, que "pocos" veían en él.

Algunos, como Vicente Aleixandre, hablan del "Lorca lunar", nocturno y enigmático, alejado del hombre alegre y cercano que todo el mundo veía en él. Entre esos misterios destaca de forma permanente la muerte del poeta, ya que ni la fecha ni el lugar ni los motivos se han clarificado aún, algo que Gibson lamenta.

Sin embargo, el escritor alude a un conjunto de factores que pudieron ser decisivos, como una venganza hacia su padre, teniente de alcalde, en el cuerpo de su hijo; la envidia, "uno de los males de España, según Unamuno"; o su actitud política, claramente antifascista ("aunque no por ello cercana al comunismo"), y de "compromiso" con la educación y el pueblo, que lo llevó a criticar a la burguesía de Granada.

El autor no puede evitar hablar acerca de la memoria histórica y señala que, "como hispanista", le "duele" que no se haya resuelto, y Lorca es el ejemplo "más simbólico". "Si la derecha fuera un poco más magnánima no le costaría tanto trabajo. Para un católico no debe ser difícil amar al prójimo, y además ganarían más votos, quizás el mío", bromea.

Gibson no cree que la búsqueda del cuerpo del poeta sea una cuestión de color político, porque, en palabras del escritor, "con el PSOE en el poder no se retiró el monumento dedicado a José Antonio Primo de Rivera".

Sin embargo, sí culpa la actitud del PP en Granada y pone el ejemplo de Málaga, donde el alcalde popular "no se ha opuesto a la exhumaciones en el cementerio de San Rafael, en el que se han encontrado 3.000 fusilados". "Lorca es el desaparecido más célebre de la Guerra Civil, pero es un desaparecido. El otro bando recuperó a sus muertos, lo bueno sería que ayudaran a buscar a los otros", señala.

Respecto a la postura de la familia, Gibson sigue sin entender su actitud: "No es normal que una familia que se dice progresista esté en contra como una piña, no entiendo por qué no se oye en ella una voz discrepante". En este sentido, afirma que "Lorca no es sólo de su familia: es del mundo y de la humanidad".

Actualmente, a sus 72 años, Gibson se encuentra inmerso en una biografía sobre Buñuel.

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