Cultura

El Gobierno aprueba las obras en La Aduana por 35 millones de euros

El sueño de aquellos que gritaron hace ya casi una década "¡La Aduana para Málaga!" está cada vez más cerca de hacerse realidad. Después de que esta semana la Comisión Provincial de Patrimonio aprobara la intervención en el Palacio de la Aduana -trámite necesario al tratarse de un Bien de Interés Cultural (BIC)- el Gobierno dio ayer el espaldarazo definitivo. El Consejo de Ministros, a propuesta del titular de Cultura, aprobó un acuerdo por el que se autoriza la contratación de las obras de rehabilitación del Palacio de la Aduana para sede del Museo de Málaga. El importe es de 35 millones y medio de euros, cuatro más de los que anunció el propio César Antonio Molina el pasado mes de octubre en Málaga.

El proyecto de ejecución de las obras de rehabilitación del emblemático edificio está "redactado y supervisado, por lo que procede ahora la contratación de las obras con cargo al presupuesto de la Gerencia de Infraestructuras y Equipamientos del Ministerio de Cultura", explica la institución en un comunicado. Los 35,5 millones de euros se repartirán en cuatro anualidades. Para el 2008 se han presupuestado 5.502.740 euros. Para los años 2009, 2010 y 2011 la cantidad es la misma, 10 millones de euros.

Las obras, que seguirán el proyecto diseñado por el arquitecto Fernando Pardo Calvo en colaboración con Ángel Pérez Mora y Bernardo García Tapia, tienen un plazo de ejecución de 36 meses. En este tiempo se pretende poner al servicio de un uso museístico lo que hasta ahora ha sido una sede administrativa. En 2012 se prevé que La Aduana abra sus puertas convertida en Museo de Málaga, con sus secciones de Bellas Artes y Arqueología. Los fondos, que llevan sin sede desde septiembre de 1997, volverán a ser colgados en salas para el disfrute de todos.

Uno de los rasgos característicos de la rehabilitación del palacio del siglo XVIII es la recuperación de la cubierta original a dos aguas que se destruyó en un incendio en 1922. El patio central y los corredores interiores de la planta baja se utilizarán como elementos reguladores del flujo de visitantes. La primera planta acogerá la sección de Bellas Artes, las exposiciones temporales, además de servicios como cafetería y tienda. El segundo nivel estará dedicado a la gran colección de fondos arqueológicos que atesora la provincia, con piezas desde la Prehistoria hasta la Edad Media. La tercera planta se reservará como zona de estudio e investigación con biblioteca, laboratorios y aula didáctica y en el ático se ubicará el restaurante, un restaurante y la sede de la Academia de San Telmo.

Ya queda menos. Está previsto que las obras comiencen en el primer trimestre de 2008.

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