Cultura

Gran dimensión de El Fundi y digno debut de Urdiales

  • El madrileño corta una oreja y es herido · El riojano consigue un trofeo del mejor toro de un encierro serio y desigual de Victorino · Antonio Ferrera, voluntarioso

Si nos atenemos a profesionalidad y capacidad lidiadora, el espectáculo alcanzó su mayor llamarada en la actuación de José Pedro Prados El Fundi, muy entregado ante su lote. En segundo lugar, Diego Urdiales firmó una digna presentación en Vista Alegre. Y Antonio Ferrera rozó también el triunfo en el cuarto. En la historia, los toros de Victorino Martín, con numerosas transformaciones, fueron argumentos cambiantes y exigentes para la terna. Una corrida seria en presentación y juego; destacando tercero y quinto, encastados y repetidores. Esa seriedad hizo que el público viviera con intensidad todo aquello que sucedía en el ruedo.

El Fundi y Ferrera compartieron banderillas en los dos primeros toros. No siempre acertaron al clavar, con unos toros muy dificíles en este tercio. El madrileño no quiso hacerlo en su segundo astado y el extremeño lo hizo de manera espectacular, saliendo de los embroques con saltos antiestéticos.

El Fundi dio la cara con un lote duro. Su primero, un toro que se revolvía con prontitud en busca del bulto, le atrapó por el peligroso pitón izquierdo. Susto mayúsculo porque el toro, con fiereza, metió los pitones tras el torero, quien hizo la croqueta para salvarse de un percance muy serio. Uno de los pitones tropezó en la hombrera y buscó la yugular... Se libró el madrileño, que continuó jugándosela y robando pases al peligroso astado. Con el exigente cuarto apostó fuerte en una faena extensa. El Fundi consiguió un par de tandas estimables con la diestra y robar muletazos con la zurda con una animal con cierto recorrido por el pitón derecho y muy corto por el izquierdo. En el epílogo, el toro le enganchó de la pantorilla derecha, le lanzó por los aires y le propinó un puntazo en la pierna izquierda. De nuevo, de pie, remató la faena y culminó su obra con una grandiosa estocada, metiendo el acero hasta el puño en la misma yema. El toro rodó de inmediato sin puntilla. Y El Fundi fue premiado con una merecida oreja. Pasó a la enfermería donde fue intervenido del puntazo.

Antonio Ferrera fue a más en una actuación interesante. Con el segundo, que se quedaba muy corto, trasteo en el que el torero no llegó a confiarse. Al quinto lo recibió con una larga cambiada de rodillas en los tercios. Estuvo solvente con la muleta, en una faena en la que destacó con la diestra principalmente y en pases de pecho, con un animal con recorrido y repetidor. Tras un pinchazo y una estocada dio una vuelta al ruedo.

Diego Urdiales, que actuó con una costilla rota como consecuencia de un percance reciente y que apenas torea, se esforzó ante su lote y consiguió pasajes interesantes. Con el tercero, un toro encastado y repetidor, concretó una faena correcta por ambos pitones, en la que no llegó a bajar del todo la mano. Mató de una estocada certera, decisiva para que el público solicitara los trofeos. El usía, en consonancia con la seriedad de la plaza, concedió una oreja. Con el manejable sexto, faena desigual en la que sacó algunos muletazos estimables y sueltos por ambos pitones.

Tarde con muchos matices en el cierre de la feria bilbaína 2008 donde se han mezclado sensaciones agridulces, con las salidas en hombros de Enrique Ponce y Pablo Hermoso de Mendoza, un buen nivel ganadero en conjunto y la lamentable y grave cornada que sufrió José María Tejero. Ayer, festejo en el que la seria corrida de Victorino Martín hizo que el público estuviera siempre muy atento a lo que sucedía en el ruedo. Y es que... ¡no fue tarde para comer pipas!

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