Hay acontecimientos inesperados que cambian el rumbo de las cosas y aunque al principio sean una desastrosa circunstancia, al final pueden desembocar en maravillosos sucesos. Como suele decirse: "Las mejores hazañas son aquellas que no se planean". Y parece que al final Jorge Fornieles va a tener que estar agradecido a la persona que se llevó su cámara de fotos en el aeropuerto de Casablanca. Sin saberlo, aquel ladronzuelo fue el primer "culpable" de la creación de Diario Mandjaco.

El Centro de Arte Contemporáneo de Málaga fue el escenario que acogió ayer la presentación de este libro-diario, una obra autoeditada y escrita en primera persona. Trescientas veinte páginas y siete fieles ilustraciones, creadas por la malagueña Lucía Pérez, que explican la vida de la población de Canchungo, una pequeña localidad costera de Guinea Bisáu, al oeste del continente africano.

"La lectura te permite viajar desde casa", apuntó acertadamente ayer Fornieles. Y esto es exactamente lo que hace Diario Mandjaco. El volumen narra los primeros tres meses de estancia del autor trabajando en una cooperativa local, conociendo la cultura local y descubriendo la belleza de la región y tratando de sobrellevar el día a día.

Lo que empezó como un simple pasatiempo por contar la rutina de la población guineana, se ha convertido en una creación palpable compuesta por letras y coloridas ilustraciones. Además, el proyecto tiene un fin solidario, ya que lo recaudado irá destinado a la cooperativa local con la que colaboró Forniles en su viaje. Ayer los presentes pudieron visualizar, degustar y escuchar un trozo de la cultura guineana. El espectáculo musical estuvo protagonizado por Amizade de povo, un grupo mandjaco de danza y percusión.