Ni profeta en su tierra ni anónimo fuera de ella. Juan Carlos Fresnadillo (Tenerife, 1967) disfruta en Estados Unidos del reconocimiento a su trabajo del mismo modo que lo hizo cuando recibió en 2001 el Goya al Mejor Director Novel por Intacto, su primer largometraje. La huelga de guionistas le sorprende en Los Ángeles justo cuando se disponía a rodar Wednesday, un proyecto financiado por la productora de Steven Spielberg.

-¿Cómo ha recibido el premio Eloy de la Iglesia compartido con su productor Enrique López Lavigne?

-La verdad es que no me lo esperaba. Me siento muy halagado, sobre todo cuando lleva el nombre de alguien tan especial en el cine como fue este director. Además, reconoce un trabajo como 28 semanas después que fue gestado fuera de España, en Londres. Es como una recompensa que cierra el círculo.

-Precisamente, esa película fue el año pasado en EEUU la segunda más vista en el primer fin de semana de su estreno, ¿le sorprendió?

-Pues sí, porque llegar a los primeros puestos en un mercado tan complejo como el americano te impulsa a seguir trabajando en esta profesión y a poder combinar producciones internacionales con otras europeas, como los próximos proyectos que quiero hacer.

-Y ¿cómo encaja un premio destinado a nuevos valores a sus 41 años?

-Me encanta, es como cuando aquí en Los Ángeles me piden el carné de identidad para entrar en los clubs (risas). Me gustaría ser un nuevo valor toda mi vida. Esto es un aprendizaje continuo y tener la curiosidad de los inicios es fundamental.

-¿Hasta que punto afectará la huelga de guionistas al rodaje de Wednesday, la producción que proyecta con Spielberg?

-Pues por ahora se queda en el aire. Íbamos a rodar el pasado mes de enero y se ha pospuesto. Veremos que derroteros toma porque se anuncia otra huelga de actores para verano. Ya de por sí hacer una película siempre es una carrera de obstáculos.

-Después de trabajar con un director como él, sueño inalcanzable para muchos, ¿se puede echar a dormir?

-Cuando me lo propuso me quedé bastante impactado, sobre todo por la posibilidad de poder debatir de cine con alguien a quien tanto admiro. Soy fiel seguidor de aquellos directores que imprimen su huella en lo que hacen. Me pasa igual con David Lynch o con Hitchcock. Ellos inspiran mi cine.

-¿Qué le debe a Intacto?

-Ha tenido una carrera internacional bastante apasionada y fructífera. Aún hoy sigue siendo referente en EEUU. Para mí fue un aval en términos creativos y mi primera declaración de intenciones.

-Su nombre empezó a sonar a raíz del corto Esposados, ¿aún es el paso previo para llegar al largo o ha adquirido entidad propia?

-Ambas cosas. Los cortos son pequeñas historias y películas en sí mismas. Vienen muy bien para curtirte como cineasta, te ayuda a buscar tu identidad y es la manera más prudente de entrar en un negocio como éste.