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Historia de una revolución

  • Las editoriales españolas conmemoran el centenario de uno de los acontecimientos principales del siglo XX, que cambió el rumbo ruso

Las editoriales españolas recuerdan el centenario de la Revolución rusa y este verano se multiplican los títulos sobre este decisivo hecho histórico, como Octubre, de China Miéville, Breve historia de la Revolución rusa, de Mira Milosevich, o 1917, editado por Juan Andrade y Fernando Hernández.

Tres propuestas muy diferentes centradas en uno de los acontecimientos más trascendentales del siglo XX, que estremeció a Rusia y al mundo. Sus autores comparten el interés por explicar unos hechos que todavía reverberan en la sociedad actual, pero sus obras se diferencian en el enfoque, en la estructura y hasta en el modo en que relatan las mismas fases históricas.

Milosevich analiza la política, la ideología, la cultura y los cambios socioeconómicos

De las mencionadas, quizá Octubre. La historia de la Revolución rusa (Akal) sea la más personal por el propio estilo de Miéville, autor de La ciudad y la ciudad (2009), y también porque, como el escritor reconoce en las páginas del libro, su historia no pretende ser "neutral" sino que, incluso, tiene sus "villanos" y sus "héroes".

Lo que sí intenta el británico es ser "justo" a la hora de desvelar las catástrofes, intrigas y fenómenos inspiradores de 1917 que relata; esos que, además, logra explicar con bastante sencillez como si se tratara de una introducción a la Revolución rusa, a una historia que Miéville considera "sorprendente".

Octubre ha permitido a Miéville construir un extenso mosaico que va desde las avenidas y calles de San Petersburgo y Moscú hasta las aldeas más remotas de un imperio inabarcable, para hablar, en profundidad, de una transformación histórica colosal.

Muy diferente es otra obra que también ha sido publicada este año bajo el sello de Akal, 1917. La Revolución rusa cien años después, un libro de corte más académico que ofrece una mirada diferente de la Revolución rusa, ya que se basa en un análisis más directo de los discursos que actualmente se producen acerca de aquel complejo acontecimiento.

Editado por Juan Andrade y Fernando Hernández, el libro intenta "contribuir a una historización crítica de la Revolución rusa" y, para ello, recoge 23 textos pertenecientes a autores de diferentes generaciones y países como Josep Fontana, Rosa Ferré, Enzo Traverso o Serge Wolikoa, quienes ofrecen enfoques diferentes entre sí sobre los distintos temas que aborda el volumen.

El resultado es una obra poliédrica que consigue hacer una radiografía de los hechos y sus consecuencias, de forma que proporciona a los lectores un sentido global sobre la revolución y el siglo que engendró.

Sus más de 600 páginas -estructuradas en cuatro grandes bloques y cargadas de contenido- explican los acontecimientos "desde los parámetros de su propio tiempo", sin dejar de reconocer, apunta Andrade en el prólogo, "que cualquier mirada sobre el pasado, por rigurosa que sea, está troquelada por las inquietudes del presente".

En relación con esto último, se incluye un amplio apartado titulado La Revolución hoy, en el que hay hueco para la desmemoria y la cultura política en la España reciente.

Por su estructura y por un estilo que cabalga entre los dos mencionados anteriormente, Breve historia de la Revolución rusa (Galaxia Gutenberg) es otra propuesta destacada entre las que ofrecen las editoriales este año. Su principal característica es que analiza el acontecimiento como un ciclo de 100 años y no como un único hecho histórico.

La razón principal que ha llevado a Milosevich a optar por ese enfoque, explica en el prólogo del libro, es su convicción de que "solo los hechos posteriores a la Revolución revelaron cuáles habían sido sus verdaderos motivos y objetivos".

Para dar respuesta a esa cuestión, a cómo y por qué estalló todo en 1917, la autora analiza la política, la ideología, la cultura y los cambios socioeconómicos.

Con todas esas cartas sobre la mesa e incluyendo algunos mapas y anexos, Milosevich expone a lo largo del relato que la Revolución rusa fue consecuencia de varios factores: el "fracaso" de las reformas gubernamentales de la segunda mitad del siglo XIX, el "frustrado intento" de establecer un régimen constitucional entre 1905 y 1917 y una tradición "relativamente larga" de movimientos revolucionarios.

Junto a estos tres títulos, este año se han lanzado en España otros muchos que permiten a los lectores acercarse a la misma cara de la Historia. Algunos ejemplos de esa lluvia roja son La Revolución rusa contada para escépticos, de Juan Eslava Galán, Entre dos octubres, de Francisco Veiga y Pablo Martín, El tren de Lenin. Los orígenes de la Revolución rusa, de Catherine Merridale, y Diez días que sacudieron el mundo, de John Reed.

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