Los entusiastas del cómic, los jugadores de rol y los amantes del cine fantástico y la ciencia-ficción podrán participar en unas jornadas dedicadas exclusivamente a ellos desde mañana hasta el domingo en el área comercial de la estación Vialia. Habrá talleres temáticos, rol en vivo, campeonatos de videojuegos, exposiciones y varias entregas de premios. La nueva edición de Imaginamálaga, uno de los encuentros más prometedores de España en cuanto a fantasía se refiere, aspira alto en su cuarta convocatoria. Con este ánimo, el director de las jornadas, Raúl García Tejedor, presentó ayer por la mañana en el Hotel Barceló la programación del evento y la larga lista de invitados llamados a participar, entre los que destacan Paul Naschy, emblema del cine de terror español, la ilustradora gótica Victoria Francés y los dibujantes de cómics Juan José RyP -Frank's Miller Robocop- y Alfonso Azpiri, creador de personajes tan populares como Lorna y Mot. "El año pasado calculamos unas cinco mil visitas, ahora pretendemos llegar a las diez mil", comentó García.

En el acto también comparecieron la diputada de Juventud y Deportes de la Diputación de Málaga, Encarnación Páez, y Daniel John-Jules, actor, bailarín y cantante británico al que hizo famoso su papel de gato en la comedia Enano Rojo, que comenzó a emitir la BBC2 en 1988 y que muchos consideran hoy una serie de culto.

Jhon-Jules confesó que el motivo de participación en Imaginamálaga no es otro que la curiosidad: "no sabía que los malagueños tuviesen interés en la ciencia-ficción", dijo el actor. "No tuvimos que invitarlo -comentó Raúl-, él mismo manifestó su intención de acudir a las jornadas". Una prueba de que Imaginamálaga, en tan sólo cuatro años, ha logrado cierta proyección internacional.

Raúl García se endeuda cada año para poder concertar las actividades del festival, aunque ahora cuenta con el apoyo económico de la Diputación, que según expresó Encarnación Páez , "está interesada en patrocinar y promover la cultura joven en Málaga". Este vigilante de seguridad, que comparte el peso de la organización con tan sólo unos pocos amigos, tuvo la idea de promover estos encuentros cuando abandonó Madrid hace ya cinco años: "Al llegar a la ciudad me indignó no encontrar ninguna iniciativa parecida al salón del cómic de la capital, así que decidí emprenderla por mis propios medios".