arte Aproximación a un creador

Inspirado en Berlín

  • El malagueño José Manuel García desarrolla en la capital alemana una fecunda y reconocida trayectoria entre el fotorrealismo y el arte sonoro

Lo de ser profeta en la tierra de uno, al fin y al cabo, no es más que una impostura, por más deseable que parezca. Lo importante es ser justo, es decir, hacer lo que a uno le corresponde. José Manuel García es un artista malagueño poco conocido en Málaga, pero su trayectoria, jalonada entre Lisboa y Berlín, es pródiga en obras, exposiciones y reconocimientos. Desde 2005 reside en la capital alemana, donde ejerce como profesor de arte y donde ha logrado ocupar un hueco insustituible que dio sus primeros pasos en el underground y ha logrado ya convertirse en referencia. Ahora, después de tantos años, este creador dado a proyectos cuya sola descripción causa una fascinación extraña en esta orilla del Mediterráneo está dispuesto sin embargo a hacerse notar en su ciudad natal. Los primeros pasos no pueden ser más positivos: su lienzo Esperando que caiga la razón fue galardonado este mismo año en el certamen de pintura de la Universidad Internacional de Andalucía, y su empeño promete futuras exposiciones por estas lides.

La pintura es, no obstante, sólo una de las facetas creativas de García, que tras licenciarse en Bellas Artes en la Universidad de Valencia se implicó en un proyecto de performance artística en una vieja nave industrial lisboeta. Aquella aventura residencial mereció algunos años de consagración absoluta, tras los cuales se trasladó a Berlín. "En realidad, mi dedicación a la pintura se afianzó sólo hace dos años", explica el propio artista. "Después de mucho tiempo entregado a expresiones efímeras necesitaba detenerme a contemplar. Imagino que tendrá que ver con la madurez. Por eso trabajo el fotorrealismo, parto de la fotografía y traslado ese contenido a la imperfección del pincel. Alguna vez pensé centrarme en la fotografía, pero la pintura precisa el tiempo y el modo de atención que necesito". Eso sí, sus cuadros representan siempre a personajes en la precisa ejecución de una acción, "así que algo queda de la performance".

La otra dedicación fundamental de José Manuel García es el arte sonoro. Se trata de una disciplina no muy desarrollada en España pero que en Berlín goza de gran aceptación. En el fondo, se trata de otra aproximación a la performance: García reúne fragmentos musicales de las más distintas vertientes y los más diversos paisajes sonoros, "luego me siento y me pongo a pensar qué puedo hacer con todo eso. Es un trabajo parecido al que hace el Dj, sólo que éste busca siempre un loop, un beat, alguna unidad de ritmo, y yo no lo necesito. Encuentro posibles ambientes y los desarrollo. Soy como un compositor que no es músico, pero ahora que los géneros prácticamente ya no existen entiendo que el reciclaje sonoro es una de las formas más honestas de composición". Uno de los proyectos más interesantes de los que desarrolla García en este campo tiene como protagonista al flamenco: "He trabajado últimamente en la desestructuración de algunos palos básicos, como la alegría y el fandango, en unidades menores combinadas a partir de varias alternativas. No es flamenco chill ni nada de eso. Ahora, lo que me gustaría es comprobar cómo sonaría el sampler con instrumentos reales".

García es ya un habitual de los circuitos artísticos berlineses y está dispuesto a hacer a Málaga partícipe de su experiencia. Un poco de viento fresco siempre se agradece.

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