Cultura

"Intento comprender la vida a través del cine"

  • La directora y guionista Claudia Llosa recibió ayer el Premio Eloy de la Iglesia por su originalidad y dedicación

Claudia Llosa, ayer, en el Palacio Episcopal.

Claudia Llosa, ayer, en el Palacio Episcopal. / daniel pérez / efe

Lleva residiendo en España más de 15 años, a simple vista podría pasar por una nativa de la Península Ibérica pero su entonación delata su procedencia latinoamericana, peruana concretamente. Su voz es dulce y carga de emoción cada palabra cuando se trata de hablar del séptimo arte. "Intento comprender la vida a través del cine", canturrea Claudia Llosa.

La directora y guionista de cine mantuvo ayer una cálida entrevista con el director del Festival de Cine de Málaga, Juan Antonio Vigar, en el Palacio Episcopal con motivo del galardón que se le concedió. El Premio Eloy de la Iglesia se lo merecía ella, así se decidió en esta edición del Festival de Cine que cada año lo entrega a los creadores más osados e inclasificables. "Es un premio al futuro desde un presente espléndido", señaló Vigar. El premio se le entregó ayer por la noche en el Teatro Cervantes de la capital.

Llosa confiesa su amor incondicional por este arte: "Creo en la capacidad sanadora y enriquecedora del cine, como cineasta y como espectadora". Cuenta que escribió su primera obra, Madeinusa (2006), desde su pasión por ser guionista, pero al final también la acabó dirigiendo. Esta fue la condición que José María Flores, productor de cine, le "impuso" para participar con ella al leer su argumento, "me dijo: si tú has escrito esto sabrás como dirigirla", recuerda Llosa. Fue una primera experiencia y rememora que hizo la película "desde la ingenuidad y la pasión más pura".

Su segunda película, La teta asustada (2009), surgió en un periodo esperanzador de su país "era el momento en el que Perú empezaba a recuperarse de una etapa muy difícil". Así lo quiso reflejar en la trama. Su última obra data en 2014 bajo el título No llores, vuela. En ella participaron Jennifer Connelly, Cillian Murphy y Mélanie Laurent. Llosa cuenta que esta película surgió de búsqueda del reto, "de la necesidad controlar todo lo que tenemos, de como la vida te sacude y te golpea (...) y de como nos repercute".

Confiesa que sus primeras obras fueron resultado de una búsqueda constante de sí misma. "Mi madre siempre nos enseñó la importancia a mirar dentro de uno mismo", por otra parte "mi papá ha intentado fortalecernos (...) hemos tenido dos visiones que se completaban y fusionaban". Quiso resaltar con esto la importancia del apoyo familiar, sobre todo cuando se vive en una situación difícil "¿Cómo educas a alguien intentando que sea libre pero haciéndolo consciente de los peligros que hay en tu país?", remarcaba la cineasta rememorando su camino para llegar a convertirse en guionista.

Además de estas tres películas también dirigió un cortometraje: Loxoro, en el que pretende reflexionar sobre las barreras que existen dentro de la comunidad gay y transexual en Perú.

De la búsqueda constante de lo profundo surgen también cada uno de sus personajes, "sabes indagar muy bien en lo más íntimo, profundizar en las luces y sombras, en las contradicciones y las grandes verdades de las personas", opinó Vigar. "Hay una necesidad de descifrar aquellos rincones más inaccesibles (...) me interesan los personajes que representan el sentir de cada momento", cuenta. Nominadas y ganadoras de diversos premios, ninguna de sus creaciones ha pasado desapercibida.

Ahora se enfrenta a tres proyectos a la vez, una historia propia que plantea rodar en España; otra relacionada con Perú y una adaptación de una novela de Samanta Schweblin.

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