"Una nueva forma de pintar con todo el cuerpo", esa es la "búsqueda" del artista inglés Jason Martin (1970) desde que comenzó a estudiar, según comentó ayer al presentar Nomad, la exposición que reúne diez de sus mejores piezas en el CAC Málaga hasta el próximo 6 de abril.

Un silencioso homenaje a la pintura de Caspar David Friedrich (1774-1840) es lo que se respira en el CAC, tal y como reconoció Martin: "Es mi respuesta a la experiencia de sus pinturas". Y su respuesta es abstracta, y toma forma en piezas de aluminio de más de 300 kilogramos -alguna alcanza la media tonelada- pintadas al óleo de un modo especial. Jason Martin no pinta con la muñeca, como los pintores del Renacimiento, ni con el brazo, como los impresionistas, sino con todo el cuerpo, con brochas que él mismo crea.

Aunque pertenece al grupo de los Jóvenes Artistas Británicos -por el CAC ya han pasado con anterioridad otros integrantes estacados del grupo, como los hermanos Chapman-, Jason Martin es quizás el menos interesado en la provocación, aunque no por ello deja de despertar este sentimiento en el espectador. Pero el autor de Nomad está en las antípodas de sus compañeros y el choque con el espectador viene dado por "la serenidad".

Según Fernando Francés, director del CAC Málaga, en la obra de Martin existe "una conexión con la naturaleza" y su mayor novedad es que "consigue el movimiento sin pintarlo"; esto último se trata, para Francés, de "un gesto nuevo".

El inglés explicó ayer, con la misma calma que transmite su obra, que su "interés" es "utilizar los viejos temas pero reconvirtiéndolos en algo nuevo", por lo que se debe entender que en sus óleos habitan lo abstracto y lo figurativo -bodegones, paisajes, retratos- aunados y convertidos en uno.