El mago Jorge Blass, uno de los rostros del programa de Cuatro Nada por aquí, cree que la televisión "es un buen empujón para que la magia vuelva a estar en boga", aunque es más importante que estos espectáculos estén volviendo a los teatros, que son "su medio natural".

"Creo que ha pasado una época, desde la de Juan Tamariz, cuando la magia estaba en boga, en que ha estado un poco escondida, pero los magos jóvenes intentamos que vuelva a ponerse de moda", afirmó ayer Blass, que estrena hasta el domingo en el Teatro Alameda de Málaga su espectáculo The art of magic.

Este renacer puede permitir "que la gente descubra que la magia no es sólo el conejo y la chistera ni está asociada a la risa, sino que también hay estilos más teatrales y se pueden transmitir emociones de misterio o asombro". Pese a todas las posibilidades tecnológicas actuales, considera que la tecnología "está reñida con la magia, que debe ser clara y diáfana". "Cuando aportas tecnología a un truco pierde capacidad de asombro y la esencia de la magia. Lo bueno es hacerlo con una botella o un papel, algo sencillo que todos conocemos, mientras que con una máquina tecnológica todo es posible, porque hoy se aprieta un botón y se abren las puertas". Por ello, la magia está experimentando "un renacimiento hacia la esencia", puesto que "a medida que la tecnología se hace popular, los magos tienen que reciclarse y buscar en la esencia".

En este sentido, ha recordado cómo en los años 50 del siglo pasado "sí se utilizaban los avances tecnológicos para sorprender a la gente", y por ejemplo la primera cámara Polaroid fue utilizada por un mago "que con eso volvía loca a la gente".

Cuando un mago desvela un truco "no pasa nada, porque hay muchos métodos para hacer un juego, y lo importante es la desviación de la atención y las técnicas psicológicas para engañar al espectador de buen rollo, con intención de ilusionar", ha dicho Blass en la presentación de su espectáculo.

El mago madrileño, que quedó fascinado a los 6 años al ver a un ilusionista en televisión y a los 12 comenzó su aprendizaje de la mano de Tamariz, cree que, salvo excepciones, estos espectáculos están dirigidos a un público familiar, porque "la magia sorprende al niño y al adulto e intenta convertir en niños a los adultos".

En The art of magic, que recoge los mejores trucos de su repertorio en los últimos diez años, Blass promete levitaciones cuatro metros por encima de los espectadores, apariciones y desapariciones sobre el escenario, una tormenta de nieve y mucha participación del público.

Durante la presentación del espectáculo, Jorge Blass ha llegado a convertir ante los ojos de los presentes un billete de diez euros en uno de cincuenta que, a su vez, se ha transformado después a petición de una periodista en otro de quinientos euros, para envidia de quienes llevaban billetes de pequeño valor en su cartera y desconocían dónde estaba el truco.