La cordobesa Juana Castro, con Cartas de enero, y el argentino Ricardo Piglia, con Blanco nocturno, ganaron ayer el Premio de la Crítica literaria en las modalidades respectivas de poesía y narrativa. Estos premios, de gran prestigio y sin dotación económica, los concede la Asociación Española de Críticos Literarios (AECL) desde 1956 y se otorgan a los mejores libros de narrativa y poesía publicados en España a lo largo del año anterior tanto en castellano como en gallego, euskera y catalán. Fueron fallados en Cáceres.

Castro celebró que el premio recayera en una mujer porque "las experiencias de las mujeres son como cosas de marcianos" para la tradición poética en general. "No lo esperaba en absoluto; es más, tenía confundida la fecha, creí que faltaban aún unos días", señaló la escritora, profundamente emocionada tras conocer que su libro había sido seleccionado por los críticos como la mejor obra poética de 2010. Cartas de enero es un poemario incluido en el libro Heredad, una antología de su poesía publicada por la Fundación José Manuel Lara.

"Estoy pasando una racha mala, física, de salud y de ánimo porque me han coincidido la primavera, el cambio de hora y un montón de pruebas médicas porque soy hipertensa -indicó Castro-, y esto ha venido a levantarme, a endulzarme, me ha pasado algo maravilloso justo cuando estoy mal".

De 66 años y nacida en Villanueva de Córdoba, Castro considera que "la tradición poética en general no contiene las experiencias de las mujeres, porque la mayoría de los creadores piensan que esas experiencias son cosas de marcianos, les suena ajeno y les suena a no valioso, a poco o nada valioso: yo tengo para mí que sí significa cosas importantes".

Autora de una quincena de libros de poesía, el último de 2009 -Vulva dorada y lotos-, además de otro en prosa, Valium 5 para una naranjada, Castro es también columnista de opinión y crítica literaria. En 2007 fue reconocida con la Medalla de las Artes de Andalucía, y sus libros se han traducido a diversos idiomas, aunque más extensamente al italiano.

"Mis poemas hablan de la vida y de las mujeres, del mundo y de las mujeres. Desde pequeña era consciente de que vivía en un cuerpo de mujer y estaba contenta de ello y no podía escribir de otra manera: era mi manera de pensar, de mirar, de vivir, de sentir y de estar en el mundo; de hecho me di cuenta de que era feminista a posteriori", apuntó.

El encuentro literario Cosmopoética mostró su satisfacción por el premio. El "orgullo" del festival, que este año celebra su octava edición, "es doble, ya que en estos días Castro interviene como invitada al encuentro internacional", con el que ya ha colaborado en anteriores ocasiones, informó la organización en una nota.

El director de Cosmopoética, Manuel Pérez, destacó que Juana Castro "es y ha sido una persona clave para el festival", y subrayó su talante colaborador en anteriores ediciones, así como su faceta de "activista cultural y defensora de la poesía cordobesa".

Por su parte, Ricardo Piglia declaró estar "contentísimo" con el premio: "Uno se pone más contento cuando le premian los colegas y yo considero a los críticos parte de la literatura. Es una alegría que sean ellos quienes reconozcan el trabajo". "Estoy asombrado -añadió- porque es una novela muy argentina que sucede en un pueblo de La Pampa, una historia que en cierto sentido es autobiográfica, ya que está inspirada en un primo mío que puso una fábrica en el campo; no le fue nada bien, pero trató de resistir, reaccionó de una manera admirable". "La imagen de él, allí encerrado en su fábrica, sólo, construyendo objetos para los que no estaba preparada la realidad, con esa perseverancia, fue siempre un motivo de inspiración, y sobre esa imagen -puntualizó-, por ese recuerdo, escribí la novela".

En la comparecencia pública para leer el fallo del jurado, Ángel Basanta, presidente de la AECL, aseveró que los ganadores "lo son en justicia".