Juan Antonio Gálvez del Postigo Juaneque también ha tenido que escuchar en boca de algún cantaor adscrito al dichoso triángulo genérico atribuido por no pocos críticos y antropólogos al flamenco (ya saben, el que sitúa su nacimiento entre Sevilla, Jerez de la Frontera y Cádiz) comentarios como el que sigue: "En Málaga hay buenos artistas, lo que no hay son cantes". La primera vez que oyó esta sentencia, en un coche de vuelta de un festival en plena madrugada, asumió la responsabilidad de tomar cartas en el asunto y la respuesta se acaba de materializar: el cantaor ha culminado la grabación del disco Desde Ronda a mi Axarquía, personalísima enciclopedia de los cantes de Málaga en formato de doble CD, producido por José Luis Ramos y Antonio Jiménez Romero, con la guitarra de José Juan Pantoja, el diseño de portada de Eugenio Chicano y la colaboración de la cantaora, crítico e hija del protagonista Lourdes Gálvez del Postigo.

El álbum recoge 31 cantes de Málaga, distribuidos entre vernáculos y no vernáculos, para cuya reunión ha tenido que echar mano Juaneque de su vocación de arqueólogo: "La mayoría de estos cantes ya no se hacen. Algunos los aprendí de niño, escuchándolos de mi padre, como el fandango de Comares, que tiene mucho de creación mía. En otros casos me he dejado instruir por expertos como el presidente de la Peña Juan Breva, José Luque Navajas, y el periodista Rafael Valera, que me animó a que incluyera la soleá de Anilla la de Ronda. Imagino que no están todos los que son, porque se trata de un mundo que nunca se acaba, pero desde luego sí son todos los que están". ¿El más difícil? "La guajira de Juan Breva, porque el estilo es muy diferente a lo que yo hago. Ahí me costó más encontrar el tono apropiado, pero José Juan Pantoja hizo una obra de verdadera maestría".

De Ronda a mi Axarquía tiene su germen en A mi Axarquía, "que grabé en 1985 en formato cassette pero que de inmediato me pareció incompleto; ahora he podido culminarlo". El resultado tiene mucho de epopeya épica, según cuenta su impulsor: "Presenté el proyecto de la grabación del disco a la Diputación, varias veces durante los últimos cuatro gobiernos, sin que recibiera respuesta. También lo llevé al Ayuntamiento, y el anterior concejal de Cultura, Diego Maldonado, que es aficionado, me dijo que podíamos financiarlo a medias, entre el Consistorio y yo, pero me cansé de todo eso y decidí correr en solitario con todos los gastos". En el álbum aparece Málaga en Flamenco "porque la Diputación se ha comprometido a presentarlo el 27 de marzo en el Centro Cultural Provincial", aunque de la Bienal prefiere no oír hablar. Le invitaron en la pasada edición y declinó: "Se supone que tenía que compartir escenario con otros treinta cantaores de Málaga, en un rato. Creo que los 500 euros que me pagaban no merecían aquel trato". Y tanto.