Era una nutrida representación de la vida cultural e institucional de Málaga, con directores de museos, creadores y portavoces de signo vario, la que se reunió ayer en la Sala Isabel Oyarzábal para atender a la puesta de largo en la capital del MAD, el museo de arte que la Diputación inaugurará la última semana de marzo en la Casa de los Colarte de Antequera, después de una inversión de 800.000 euros para la rehabilitación de tan señera mansión dieciochesca y cuatro años de discusiones, definiciones, idas y venidas y la concreción final del proyecto. Con el diputado provincial de Cultura, Juan Jesús Bernal, como maestro de ceremonias, fueron el presidente de la Diputación, Elías Bendodo; el alcalde de Antequera, Manuel Barón; y el responsable artístico del MAD, Fernando Francés, director a su vez del CAC Málaga, los que dieron detalle de lo que se podrá ver en los algo más de mil metros cuadrados de superficie del palacete, destinados a la conservación de un millar de obras de arte. Fue Francés, como correspondía, quien dio más pistas sobre el equipamiento, al que definió como un "laboratorio de ideas", un espacio abierto a la multidisciplinariedad, la reflexión, el debate y la creación contemporánea asentado en un contexto de tradición histórica que tendrá su reflejo en el conjunto.

El Museo de Arte de la Diputación (MAD) contendrá así, por una parte, las obras de arte del último siglo que la Diputación ha ido adquiriendo en ferias y ocasiones como Arco, así como las donaciones de las que ha sido objeto; y, por otra, una colección de arte malagueño, que se remonta al siglo XIX (cuando la Diputación otorgaba sus primeras becas a jóvenes artistas, cuyos trabajos alimentaron los incipientes fondos) en su acepción más pintoresca y naturalista, se asoma tímidamente a las vanguardias de las primeras décadas del siglo XX y aborda, con especial énfasis, los lenguajes rupturistas que cundieron a partir de 1960, especialmente la abstracción geométrica. Dos pintores malagueños, Eugenio Chicano y Evaristo Guerra, asistieron ayer al encuentro como ejemplos decisivos de los referentes que tendrán su representación en las paredes del MAD.

Esta colección de la Diputación se instalará en la primera planta de la Casa de los Colarte, junto a exhibiciones temporales dedicadas a un solo artista. La primera propuesta en este sentido estará consagrada, tal y como adelantó Elías Bendodo, a Joan Miró, una iniciativa que, más allá de su interés artístico, constituye la primera materialización del acuerdo que la Diputación ha rubricado con la Fundación La Caixa, aliado inestimable desde el sector privado, para la puesta en marcha de diversas actividades en el enclave. La planta baja, según apuntó Francés, estará dedicada a exposiciones temporales colectivas que sirvan para la reflexión y el debate de los más diversos asuntos. De este modo, el MAD invitará a una veintena de creadores actuales en cada ocasión para que concreten sus particulares idearios en la plasticidad o la imagen de una obra que pasará a formar parte de estas exposiciones. La primera exhibición en este sentido llevará por título Cantos rodados (sí, también es un homenaje a The Rolling Stones, y así lo admitió Francés) y en ella serán veintidós artistas los que pongan sobre la mesa sus trabajos inspirados en un elemento natural al que Antequera no es precisamente ajeno desde antiguo: la piedra.

Francés subrayó que el MAD es un "proyecto no excluyente que catalizará todas las posibilidades para favorecer un conjunto de experiencias, una suma de identidades. No queremos ser sólo un contenedor de una colección ni un lugar de estudios". El MAD acogerá así actuaciones de música y danza (con producciones propias), seminarios sobre arte "que serán de interés para toda Andalucía", foros y encuentros con autores, programas pedagógicos desde los 0 años (a imagen del CAC) y una agitación social para Antequera y toda la provincia. Ahora, a ganárselo.