Tras el concierto de Diana Krall el pasado día 30, el Festival Terral recuperó ayer su tono más jazzístico con la actuación de la vocalista y compositora estadounidense Madeleine Peyroux, que presentó en un Teatro Cervantes casi lleno su último álbum, Half the perfect world. Con una formación básica de quinteto (Johannes Weidenmuller al contrabajo, Jochen Ruckert a la batería y Jim Beard al piano y el órgano secundaron a Peyroux, más un guitarrista invitado y no anunciado), la cantante y guitarrista encandiló al respetable con su propuesta de jazz, que en muchas ocasiones, como suele ocurrir hoy, se pareció bastante poco al jazz. Con miradas estéticas a Dylan y a Gainsbourg, además de Billie Holiday, la artista regaló, eso sí, una velada de ejecución musical perfecta. Algunas de las versiones recogidas en Half the perfect world de artistas como Leonard Cohen y Tom Waits así lo constataron. Peyroux sirvió ayer de precedente a una de las actuaciones más esperadas del Terral: Herbie Hancock, otro experto jazz man en cuestiones fronterizas, recoge hoy el testigo. Que Dios reparta suerte.