Cultura

Málaga rinde homenaje a Dámaso Ruano y celebra su magisterio

  • El Ayuntamiento entregó ayer al pintor en un pleno extraordinario la Medalla de la Ciudad, que recogió la mujer del artista, Pilar Cervera

El Ayuntamiento de Málaga malagueña entregó en la tarde de ayer, durante un pleno extraordinario, la Medalla de la Ciudad y el título de Hijo Adoptivo al pintor Dámaso Ruano (Tetuán, Marruecos, 1938) por "su brillantísima trayectoria pictórica, íntimamente ligada a Málaga". Numerosas personalidades del ámbito cultural han apoyado esta concesión y ayer estuvieron presentes en el acto. Todos ellos destacaron tanto la importancia de la producción artística de este pintor, residente en Málaga desde 1969, como su compromiso y aportación a la cultura malagueña; sin embargo, también señalaron a Ruano como artista por descubrir en gran medida, y por reivindicar. La mujer de Ruano, Pilar Cervera, recogió ayer el galardón en su nombre

El Consistorio ya dedicó en marzo de 2011 a Dámaso Ruano una calle en la barriada de El Palo, ubicada junto a la plaza Nuestra Señora del Rosario.

Dámaso Ruano estudió en Madrid desde 1945 hasta 1958, licenciándose en Magisterio. Posteriormente, volvió a Tetuán, su ciudad natal, para trabajar como profesor de Dibujo, donde montó su primer estudio. En 1962 realizó su primera exposición y, posteriormente, fue nombrado director de la Misión Cultural Española en la ciudad marroquí de Kenitra. Se instaló en Málaga en 1969 y desde ese mismo año comenzó a participar en diferentes exposiciones tanto en España como en Europa. En 1979 fue uno de los artistas que creó el Colectivo Palmo. Desde su llegada a Málaga, Ruano, padre de cuatro hijos, se convirtió, con su atractivo lenguaje abstracto, en uno de los grandes pintores de la renovación malagueña. En los últimos años, el pintor se ha enfrentado al alzheimer que ayer le impidió recibir personalmente el homenaje en el Ayuntamiento. Pero su figura es ya tan decisiva en la cultura malagueña del último siglo, y su influencia tan notable, que su inspiración sigue presente.

En declaraciones realizadas recientemente a Málaga Hoy, la hija del artista, Pilar Ruano, aseguraba que para su familia es "un orgullo grandísimo que la ciudad en la que decidió quedarse y en la que miró al mar le rinda un nuevo homenaje". Por su parte, la propia Pilar Cervera, que lleva ya compartidos con el escritor 45 años, aseguró que Dámaso Ruano "nunca ha pintado por encargo, ni para vender, era yo la que le tenía que motivar para que hiciese exposiciones". Y añadió: "Dámaso ha trabajado mucho en el silencio de su estudio y no ha sido un pintor popular, quizás por eso no esté lo valorado que debería. Lo único que le interesaba era pintar".

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