En Málaga se le quiere desde El Último de la Fila, qué duda cabe. Sus conciertos nunca han dejado de ser multitudinarios y la fórmula que el catalán explotara junto a Quimi Portet le sigue dando buenos réditos para mantenerse como los clásicos. El próximo verano, Manolo García tendrá una nueva ocasión para demostrarlo: el 11 de julio ofrecerá un nuevo concierto en la capital malagueña, en el Auditorio Municipal (en el Camino de San Rafael), a las 22:00, dentro del programa de las Serenatas de la Luna Joven, cuyo contenido se dará a conocer en su integridad en las próximas semanas. García presentará en directo sus nuevos temas, que conforman el disco que saldrá a la venta el mes que viene, y repasará las mayores glorias de su carrera, la que ha cuajado en solitario con discos como Para que no se duerman mis sentidos y Nunca el tiempo es perdido y la que ya alumbró en El Último de la Fila, recogedor del testigo de Los Burros, con álbumes clásicos como Enemigos de lo ajeno (1986) y Nuevo pequeño catálogo de seres y estares (1990).

Su nuevo disco, aún sin título, ha sufrido ciertos retrasos en su producción, según informaron fuentes de la discográfica de García, y ha tenido que posponer su fecha de salida desde el 22 de abril previsto en un principio hasta mayo. Con este nuevo trabajo, el cantante y compositor rompe un silencio de tres años desde Para que no se duerman mis sentidos y regresa al ruedo con temas compuestos en su integridad después de su última gira. Como no podía ser menos, el nuevo álbum contará con una ambiciosa gira de presentación en España y Latinoamérica en la que se inscribe el concierto malagueño.

De ambiciosa puede considerarse también la producción de este nuevo disco, prolongada durante más de un año y grabado entre Figueras y Creta. Con el control del proceso de grabación a cargo del propio García, las mezclas han quedado en manos de Neil Dorfsman, quien ya había colaborado en anteriores álbumes del músico y en cuyo currículum figuran trabajos para Mark Knopfler, Oasis, Eric Clapton y The Rolling Stones. El artista ha vuelto a contar con su banda habitual pero ha querido acentuar especialmente la sonoridad mestiza mediante la participación de algunos componentes de Ojos de Brujo y diversos músicos ingleses y griegos. Mediterráneo y algo más se promete en esta aventura que tendrá parada en Málaga.