Cultura

Manuel Jesús 'El Cid' y Cayetano salen en hombros

  • El torero de Salteras corta una oreja a cada uno de sus toros · El diestro madrileño desorejó al tercer astado, el mejor de un desigual encierro de Pereda

Los matadores de toros Manuel Jesús El Cid y Cayetano Rivera Ordóñez salieron a hombros en el segundo festejo de la feria de Huelva, celebrado en la plaza de La Merced, después de haber cortado dos orejas cada uno, entre tanto el valenciano Enrique Ponce únicamente consiguió un único trofeo del astado que abrió plaza. La corrida de José Luis Pereda y La Dehesilla fue muy justa en todos sus aspectos, tanto en presentación como en su juego, pecando de falta de motor, aunque tuvo nobleza.

La faena más completa, al mejor toro, fue la que realizó Cayetano con el tercero, un animal que embistió con clase y ritmo. Cayetano realizó una faena con elegancia, en la que sobresalió con soberbios naturales, citando en algunos casos con la muleta plegada. Prevaleció el buen gusto y el temple. Cortó las dos orejas y se aseguró la salida en hombros. Su segundo fue un toro complicado, que sabía lo que se dejaba atrás. El torero se mostró firme ante un animal probón, que no llegó a entregarse.

Manuel Jesús El Cid, con un despliegue importante de técnica ante su lote, cortó una oreja a cada astado y se sumó a Cayetano en la salida en hombros. En su primero destacó en el toreo al natural, con algunas series en las que brilló el temple. Pero el toro, carente de poder, se rajó pronto y la faena perdió intensidad. Con el quinto, el de peores cualidades, El Cid volvió a mostrarse seguro técnicamente y se impuso sin agobios a las malas condiciones del animal.

Enrique Ponce tuvo que pechar con un mal lote. Con su endeble primero tuvo que hacer esfuerzos a la hora de torearlo con la muleta. Lo mimó, cuidó y toreó a media altura. Pero eran tan pocas las fuerzas del animal, que a la faena le faltó transmisión. Con el cuarto, un toro incierto y probón se justificó.

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