Recién cumplidos los 60 años, el cantante y guitarrista Mark Knopfler lo celebra regalándose Get lucky, su sexto álbum en solitario y en el que el ex líder de Dire Straits ofrece lo que llama "el mapa de toda una vida". Knopfler, que ayer mantuvo un encuentro con periodistas en Madrid, considera que Get lucky es "una vuelta a la infancia". "Es un sonido que me lleva a mis primeros años en Glasgow y a mi adolescencia en Newcastle", explicó el músico sobre las emociones plasmadas en las once canciones que conforman el álbum. La nostalgia de tiempos pasados sobrevuela el nuevo trabajo discográfico de Knopfler, que retoma su particular estilo, mezcla de blues, rock y folk, para firmar un puñado de composiciones con profundo sabor de la América profunda.

Aunque no es "uno de esos tipos que organizan reuniones de viejos alumnos", Mark Knopfler se ha dejado seducir en Get lucky por sus recuerdos de juventud. Buen ejemplo es The car was the one, en la que el músico narra "la frustración" del chaval que no pudo cumplir su sueño, "participar en carreras de coches". Piezas como Before gas and tv y Border reiver reinciden en ese trasiego por el pasado de Knopfler, mientras que temas como Monteleone y Remembrance day están vinculados a vivencias más recientes del artista que encabezó Dire Straits entre 1977 y 1995.

Tras 18 años al frente de la banda, periodo en el que compuso piezas memorables como Sultans of swing, Money for nothing y Brothers in arms, Knopfler inició una carrera en solitario en la que destacan álbumes como Sailing to Philadelphia y Golden heart.

El músico, cuya única obsesión es "hacer buenas canciones", tieneclaro que su vida habría sido "un desastre" de no haber tenido fortuna en su carrera musical. "Ni siquiera habría sido un buen empleado. La verdad, he tenido suerte", consideró. Para estar en contacto con "el mundo real", Knopfler, que actuará en España (con parada en Córdoba) en julio de 2010, confesó que frecuenta "un par de lugares de Londres" a priori, nada recomendables. "Son tabernas de camioneros, y no destacan por ser muy elegantes", señaló.