Pocas personalidades han sido capaces de crear un espacio propio en las artes escénicas españolas como la coreógrafa catalana Marta Carrasco, quien, después de desarrollar una trayectoria envidiable como bailarina en compañías como la de Ramón Oller, decidió emprender su aventura en solitario en 1995 con el espectáculo Aiguardent. Durante los diez años siguientes produjo otros cuatro montajes que ganaron el reconocimiento general y numerosos premios Max. J'arrive, su último trabajo (estrenado en 2006 en el Teatro Nacional de Cataluña), repasa estas cinco propuestas a modo de resumen con la intención de hacerla funcionar como punto y aparte. La obra inauguró ayer el Festival de Teatro de Málaga en el Alameda, donde tendrá hoy una segunda función a las 20.30.

El miembro de la compañía de Marta Carrasco Xavi Sáez explicó ayer en rueda de prensa que J'arrive parte "de la necesidad de recoger todo lo que habíamos hecho anteriormente e iniciar una nueva etapa en la que mirar a otras cosas". El espectáculo, nominado a cinco premios Max, "no tiene una línea argumental, sino que cada espectador puede entenderlo como quiera, de manera distinta". Como idea común de las cinco miradas que integran el montaje, Sáez destacó "la implicación de todos los que estamos involucrados en esto, la entrega con la que hemos trabajado a las órdenes de Marta durante diez años". Por encima de cualquier cosa, J'arrive es una experiencia "plástica y visual".

Junto a Marta Carrasco, gobiernan la escena cinco actores que bailan. "Ella siempre valora la imperfección y con nosotros, que no somos bailares, la consiguió poniéndonos a bailar". Mucha libertad.