El Museo Carmen Thyssen Málaga se prepara para revisar en su nueva exposición temporal Mediterráneo. Una Arcadia reiventada. De Signac a Picasso, que abrirá sus puertas al público el próximo 22 de marzo, la influencia mediterránea como fuente para un nuevo clasicismo y una renovación formal, así como tema de paisajes y escenas costumbristas, en el arte de finales del siglo XIX y primera mitad del siglo XX. Lo hará a través de un diálogo inédito entre artistas franceses y españoles. Así, a través de más de 60 obras, entre pinturas, esculturas, grabados y cerámicas, que abarcan desde el postimpresionismo, el simbolismo, el noucentisme catalán, el fauvismo o un clasicismo revisitado en el periodo de entreguerras, esta exposición recorrerá ese Mediterráneo que fue punto de encuentro entre tradición y modernidad artística, entre la recuperación del clasicismo y el arrebato colorista, a través de diversos géneros (figuras, temas mitológicos, vistas o paisajes y escenas costumbristas). Este territorio redescubierto protagonizará buena parte de la producción de numerosos pintores y escultores españoles y franceses del período, como Signac, Matisse, Bonnard, Picasso, Sunyer, Torres-García, Sorolla, Anglada-Camarasa y Mir, entre muchos otros.
"El Mediterráneo representará una identidad artística compartida, la esencia de una cultura común que, rodeada del aura mítica de una edad de oro perdida y reencontrada, ofrecía un punto de partida al que poder regresar para inventar un arte nuevo desde los orígenes, en los inicios de la modernidad y en plenas vanguardias, y que supondrá la reafirmación de los artistas como herederos modernos del antiguo Mare Nostrum", explicó la directora artística del museo y comisaria de la muestra, Lourdes Moreno. La exposición se divide en dos partes, una "más conceptual, basada en la tradición clásica" y otra "en la que el Mediterráneo se muestra como eje de una vida más hedonista".
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