La búsqueda de nuestra propia identidad es el mayor reto que se le plantea a los investigadores y desentrañar cuestiones fundamentales como quiénes éramos y dónde estábamos puede convertirse en la labor de toda una vida dedicada al estudio. La doctora en Filología Clásica Nana Kobakhidze, investigadora de la Universidad de Málaga, ha invertido más de 18 años en buscar las relaciones entre los antiguos pueblos del Mediterráneo, desde el Cáucaso a los Pirineos. Topónimos, hidrónimos y otros términos lingüísticos comunes le hacen afirmar que hubo "serias relaciones entre oriente y occidente", muy vinculadas a la búsqueda de metales. En torno a estos movimientos migratorios y la relación que Málaga ha tenido con ellos gira el ciclo de conferencias Málaga y el Mediterráneo: 3.000 años de historia que Kobakhidze dirige y organiza el Área de Cultura del Ayuntamiento.

El próximo martes, 8 de abril, arrancan las charlas con la ponencia de Miguel Romero Esteo. Doctor en Filología Hispánica, escritor y autor teatral hablará de los Orígenes de Málaga. Su particular concepto del mundo antiguo cederá el testigo al profesor Carlos Gozalbes Cravioto, que intervendrá el 9 de abril. "Es un gran conocedor del mundo medieval y pretende relacionar el aspecto sociopolítico, económico y cultural de la Málaga islámica con el resto del Mediterráneo", explicó el arqueólogo Juan Manuel Muñoz Gambero, participante en el ciclo.

Málaga y la protohistoria del Mediterráneo es el título bajo el que Nana Kobakhidze expondrá los resultados de sus investigaciones. "He sido la primera científica que tocó el tema de las relaciones entre Iberia oriental y occidental", explica la coordinadora del ciclo. La escasez de especialistas en protohistoria en España le hizo a Kobakhidze recorrerse pueblo a pueblo para catalogar sus topónimos y poder "comparar las lenguas caucásicas georgianas (íberas) con las celtíberas y las de Tartessos", comenta. "Hay coincidencias en nombres de metales. En todo el Mediterráneo había prospectores de metales y se puede documentar la existencia de las mismas ocupaciones en distintos puntos de esta geografía", añade la investigadora. Su conferencia será el próximo jueves, 10 de abril.

Juan Manuel Muñoz Gambero, director de las primeras excavaciones en la colonia fenicia del Cerro del Villar, incidirá en "los aspectos singulares de lo que es el origen de Málaga al final de la Edad del Bronce, los colonizadores hacia el primer milenio antes de Cristo". Sostiene el arqueólogo que "llegaron en busca de metales, de cereales, de zonas ricas para el intercambio y se quedaron en un lugar regentado por una población indígena que se establecía en aristocracias o teocracias de orígenes muy variados".

El 11 de abril pronunciará Muñoz Gambero su conferencia, resultado también del ambicioso estudio sobre los inicios de la escritura que está llevando a cabo. "La escritura formaba parte de un ente cultural universal, era el vehículo para el entendimiento", afirma. "Queremos arrojar luz sobre una parte de la Historia que continua en la más profunda oscuridad", añade el arqueólogo. Los historiadores griegos y romanos, los primeros en dejar la documentación escrita que sirvió de referencia para la construcción de la Historia, "no le dieron importancia a las poblaciones indígenas de la zona, para ellos eran meros salvajes" y el rastro de estos ancestros ha terminado por diluirse. Queda aún la arqueología, que demuestra que "la cultura material nuestra tiene poco que ver con la de los íberos del levante, que indica que tenían un denominador común pero muy diferenciado", subraya Muñoz Gambero.

El ciclo de ponencias -todas ellas se celebrarán en el Museo del Patrimonio Municipal a las 19:00- se cerrará con la charla Presencia púnica en Málaga a la luz de los últimos datos arqueológicos, que impartirá Yolanda Cisneros Merino y que hablará desde Cartago a la invasión romana.