La actualización del "Metrópolis" de Lang a cargo de Teatro Che y Moche, la "Fedra" protagonizada por Ana Belén y Fran Perea, la faceta de cantante de Hanna Schygulla o la adaptación de los relatos de Pirandello son algunas de las ofertas del vigésimo séptimo Festival de Teatro de Málaga.

Del 9 de enero al 14 de febrero se han programado doce espectáculos de sala, cuatro acciones de calle y sendos ciclos paralelos dedicados a charlas de autores teatrales y a lecturas dramatizadas, ha informado hoy en un comunicado el Teatro Cervantes.

El Festival conserva el Teatro Cervantes como recinto principal y utilizará el Teatro Echegaray como sala en la que se pondrán en escena tanto espectáculos selectos, dirigidos al público especializado, como obras dirigidas al entretenimiento de pequeños y mayores.

El telón del Cervantes se alzará con "Días de vino y rosas", adaptación para la escena de la película de Blake Edwards se pondrá en escena el 11 y 12 de enero con Silvia Abascal y Carmelo Gómez interpretando a la pareja que se autodestruye con el alcohol como protagonista.

Desde el 15 hasta el 18, el turno es para "Fiebre del sábado noche", musical que hila la historia de Toni Manero a través de las canciones de los Bee Gees y de unas coreografías pocas veces vistas en un teatro.

La "Fedra" escrita por Juan Mayorga se representará del 22 al 24 de enero; el 27 y 28, el "Noviembre" de David Mamet con Santiago Ramos, y el 29 y 30, la versión teatral de los cuentos de Pirandello.

"Metrópolis" se pondrá en escena el 7 de febrero, y el certamen se completará en el Cervantes el 11 y 13 de febrero con "Ser o no ser", versión española de la comedia de Lubitsch con Amparo Larrañaga y José Luis Gil.

Por su parte, el Echegaray abre el Festival con Albert Vidal el 15 y 16 de enero en "Historia de Juan, hijo de un oso", y el 22 y 23 se pondrá en escena "Mi vida. Una biografía musical", sobre la memoria de Hanna Schygulla, la musa de Fassbinder.

El 5 y 6 de febrero se presentará "The society", de los noruegos Jo Stromgren Kompani, una pieza que oscila entre el humor, el absurdo y el horror a través de un lenguaje sin sentido y de una coreográfica puesta en escena.

El cierre del certamen, también en el Echegaray, acerca las artes escénicas a los más pequeños con "El jardín japonés", de los italianos Teatro di Piazza o d'Occasionel el 13 y 14 de febrero.