Cultura

Miguel Benlloch, historia viva del arte y el activismo andaluz

  • Una exposición en la Sala Atín Aya recorre tres décadas de trabajo del granadino, pionero del arte performático

Miguel Benlloch, en el centro junto a Antonio Muñoz, rodeado por los comisarios y organizadores de la cita.

Miguel Benlloch, en el centro junto a Antonio Muñoz, rodeado por los comisarios y organizadores de la cita. / m.g.

Sevilla repasa en la exposición Miguel Benlloch. Cuerpo Conjugado, que puede verse hasta el 8 de abril en la Sala Atín Aya, tres décadas de carrera de este artista granadino, pionero de la performance en Andalucía. En la muestra, comisariada por Mar Villaespesa y Joaquín Vázquez, se reúnen los trabajos más destacados de este abanderado de las reflexiones sobre la identidad y el cuerpo, miembro de BNV producciones y de UNIA arteypensamiento desde su creación.

Concebido como un espacio donde visualizar las acciones performáticas y creativas que Benlloch ha realizado a lo largo de tres décadas junto a pensadores, activistas, colectivos, creadores, músicos, poetas y productores, este proyecto se inauguró entre ayer y el viernes con la performanceEl Fantasma Invidente a cargo del propio Benlloch. Ayer, en el recinto del antiguo teatro Álvarez Quintero, se sucedieron otras acciones artísticas que acercaron al público el marco discursivo en el que Benlloch ha desarrollado su producción y el material documental generado a lo largo de esas prácticas por él o por diversos agentes con los que ha colaborado, como Federico Guzmán, Paul B. Preciado o Jesús Alcaide.

La exposición, auspiciada por el Ayuntamiento de Sevilla, propone "conjugar un espectro de actividades y obras para presentar el trabajo procesual que abarca pasado, presente y futuro de las prácticas de este artista plural y disciplinar del que también hay que destacar su larga trayectoria de activismo político", recalcó durante la inauguración el delegado de Hábitat Urbano, Cultura y Turismo, Antonio Muñoz, para quien "es importante reconocer con esta retrospectiva a Miguel Benlloch, su trabajo de décadas y su relación con los artistas más contemporáneos. Él nunca ha dejado de reinventarse".

La práctica estética y política de Miguel Benlloch tiene como denominador común "la oposición continua a lo normativo", desde su temprana militancia antifranquista a su intervención activa en la agitación contracultural de Granada. En los años 80 participó en la apertura de la sala Planta Baja y, a finales de esa década, cofundó la productora cultural BNV Producciones para impulsar proyectos, exposiciones, jornadas y seminarios y expandir un diálogo entre las artes y el espacio social.

Para Mar Villaespesa, la obra de Miguel Benlloch es ejemplo de una creación generada al calor de lo colectivo, de la vitalidad de los grupos sociopolíticos y artísticos con los que se relaciona. "Sus poemas y textos, acciones y performances, collages, serigrafías, fotografías, objetos o imágenes digitales, en gran medida, alumbran prácticas que ponen al cuerpo en el centro de los discursos artísticos", añadió la comisaria sobre una trayectoria que desde Tengo Tiempo, su primera performance, constituye la plena declaración de que "lo personal es político" y el inicio de una reflexión sobre la construcción de la identidad.

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