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Cultura

Mucho Muchachito

  • Aquí huele a magia. Fue una de las frases más repetidas por Jairo Pereira, el hombre que da la cara en Muchachito Bombo Infierno y que ayer fue el anfitrión de un concierto espectacular en la Sala Vivero

Aquí huele a magia. Fue una de las frases más repetidas por Jairo Pereira, el hombre que da la cara en Muchachito Bombo Infierno y que ayer fue el anfitrión de una fiesta espectacular en la Sala Vivero. El músico se siente como casa en el escenario del Polígono la Estrella con un público entregado a sus deseos.

Anuncia que se retira durante un año, que no pisará durante doce meses un escenario. Permitanme la duda. Muchachito es puro nervio, pura rumba y pura música. Cuesta imaginárselo sin tocar ese bombo y esa guitarra. Y sin recibir el calor de sus seguidores, que ayer en la sala Vivero demostraron que si Muchachito ha reinventado la rumba, ellos son parte de la hazaña.

Parece imposible pensar en un popurrí compuesto por uno de los temas de la banda sonora del Libro de la Selva, Mala vida de Manu Chao, Belong to you de Lenny Kravitz, Palabras para Julia de Paco Ibañez o El muerto vivo que popularizó Peret. Pero en los dedos y los pies de Muchachito todo se hace posible. Porque sí, aquí huele a magia, razón no le falta. En solitario, sin el apoyo de sus músicos, ofreció con su bombo y su guitarra esta delicioso cóctel. Y es que él solo se basta. ¿Un año parado? No me lo creo.

Entre tema y tema, a veces sin tomar aliento, no dejó de hilar despedidas, de unir bromas, “esto es playback, esperar que den la vuelta a la cinta”. Muchachito es lo que es porque tiene un público fiel, entregado, capaz de hacer coros, de tocar palmas, improvisar una coreografía de aerobic y hacer todo lo que el del bombo les pida. Con sólo dos discos en el mercado, fue capaz de no dar un suspiro de descanso al público, que en cada canción se sentía uno más de la banda. Tan protagonista como Tito Carlos (teclados) ó Santos de Veracruz (el músico de los pinceles) . Por si fuera poco su repertorio, el artista de Barcelona que componía canciones mientras barría El Carmel, se marcó una versión del Tu vuoi fa l'americano de Renato Carosone, “pa'que luego digan que los de Santa Coloma no sabemos idiomas” y recordó la versión de Sin documentos que hizo para un disco homenaje a Los Rodríguez.

Muchachito desprende frescura, felicidad, energía y es difícil no salir de su espectáculo cargado de vitalidad y una sonrisa en la cara. Y es que sí, Nietzsche tenía razón: Sin música, la vida sería un error . Y sin Muchachito sobre los escenarios durante un año, la magia y la rumba (con permiso de Peret) se quedan huérfanos. Se le echará de menos porque Muchachito Bombo Infierno es mucho Muchachito.

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