Cultura

La cúpula de la ONU pintada por Barceló ha costado más de 18 millones de euros

  • El embajador de España ante Naciones Unidas rechaza desglosar qué cantidad de este presupuesto corresponde a los honorarios del artista, que hoy ha inaugurado su exposición en Málaga, donde no ha podido evitar la polémica

El coste global de la renovación de la Sala XX del Palacio de Naciones de la ONU en Ginebra, y de su cúpula, pintada por Miquel Barceló, asciende a 18,5 millones de euros más el 10 por ciento, reveló hoy el embajador de España ante la sede europea de Naciones Unidas, Javier Garrigues.

El diplomático ofreció esa cifra en un intento de poner fin a la polémica que envuelve a este asunto, y confirmó que se utilizó una partida de 500.000 euros de los Fondos de Ayuda al Desarrollo (FAD), lo que justificó por la contribución de esta obra de arte a la promoción de los derechos humanos y el multilateralismo.

"El presupuesto aprobado por el patronato de la fundación ONUART es de 18.487.498 euros, además de una desviación autorizada del 10 por ciento sobre esta cantidad", señaló Garrigues, que también es vicepresidente de ONUART (encargada de la obra), en una conferencia de prensa dedicada a la inauguración oficial que tendrá lugar el 18 de noviembre.

Indicó que la cifra "cubre la totalidad de los costes, la obra de arte, la obra de ingeniería, los honorarios del artista, el amueblamiento, etc.", y confió en que "no nos vamos a pasar de ese 10 por ciento autorizado por encima del presupuesto". Garrigues no quiso, sin embargo, ofrecer un desglose del coste total. "Existe ese desglose, pero ese es un tema de la Fundación que no consideramos que se deba revelar aquí", señaló.

Acerca de los FAD, señaló que "esos 500.000 euros no se han contabilizado como ayuda al desarrollo por la OCDE" (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico).

Pero al mismo tiempo dijo que, según el artículo 68 de la ley 42/2006 del 28 de diciembre, la financiación de la Sala de Derechos Humanos y de la Alianza de las Civilizaciones -como se denominará la Sala XX del Palacio de la ONU- "cae bajo la categoría de ayuda al desarrollo".

"No es cuestionable que se hayan utilizado una partida de FAD, pues todo lo que está relacionado con derechos humanos es ayuda al desarrollo, y en ese sentido, lo que se hace en Ginebra en el marco de la ONU es el mejor ejemplo de ese multilateralismo eficaz". Y agregó: "No por estar en tiempos de crisis hay que sacrificar ese ámbito de los derechos humanos".

Garrigues recordó que la financiación de ONUART, la fundación creada para llevar a cabo esta obra de arte que España dona a Naciones Unidas, es en un 60 por ciento privada, con algunas de las más importantes empresas españolas, y un 40 por ciento pública.

Tanto él como el anterior embajador en Ginebra, Juan Antonio March, defendieron en la conferencia de prensa la gran aportación que significa para España llevar a cabo lo que Garrigues calificó como "una de las obras de arte más importantes del arte contemporáneo".

"Con ella queremos contribuir a reforzar el multilateralismo del siglo XXI, y en ese sentido España renueva así su compromiso para que los derechos humanos se integren en la agenda global", afirmó Garrigues. Tras recordar que los trabajos han incluido la renovación total de la Sala XX, Garrigues consideró, además, que ha sido "una excelente tarjeta de visita para las empresas españolas que han trabajado en el amueblamiento, en la iluminación y otro equipamiento de la sala".

La inauguración oficial, que harán el Rey Don Juan Carlos, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, el presidente de Gobierno, Rodríguez Zapatero, y el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, "será sobria pero de gran realce", indicó el embajador.

Habrá unos 700 invitados, y en ella Barceló presentará su obra de arte, que le ha llevado año y medio de trabajos, y retrasos por problemas técnicos debido a la envergadura de la cúpula, de 1.400 metros cuadrados, y a la dificultad del proyecto, basado en un mar de estalactitas colgantes. 

El director general de la ONU, Serguei Orzhonikidze, expresó el gran agradecimiento de Naciones Unidas por este regalo de España, que -recordó- fue una iniciativa personal del Rey surgida durante su visita a Ginebra en marzo de 2005.  La donación se enmarca dentro de las contribuciones que se han pedido a los países miembros para modernizar el Palacio de Naciones, un edificio viejo que "necesita una renovación total".

En ese sentido, España ha sido de los primeros en contribuir y lo ha hecho "con un regalo práctico, una sala funcional, muy simbólica, y que no hay duda de que va a ser un hito artístico que va a formar parte del patrimonio colectivo".

Tras la renovación, la Sala XX tendrá cabida para 750 personas y un diseño flexible por el que podrá organizarse diferentemente para distintas reuniones. Un 10 por ciento de los asientos podrán utilizarse con sillas de ruedas.

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