Cultura

El Obispado veta dos obras de una muestra al considerarlas "inadecuadas"

  • Una caja de luz con desnudos y la instalación 'La custodia de un cubata' fueron retiradas de la exposición con fondos de la Fundación Cajasol inaugurada ayer en el Palacio Episcopal

El Palacio Episcopal de Málaga acogerá hasta el 1 de julio la exposición 25 siglos. La escultura en la colección Cajasol, una selección de las mejores obras de la Fundación Cajasol que propone un viaje a lo largo y ancho de la evolución de la representación escultórica, desde una pieza de terracota fenicia del siglo V antes de Cristo hasta la estética contemporánea. Tras la inauguración de ayer, sin embargo, trascendió la noticia de que de la muestra se habían vetado dos obras por indicación de los responsables de la sala, perteneciente al Obispado, al considerar que no son "adecuadas con la instalación". Se trata de unas cajas de luz con imágenes de tres desnudos de una mujer, del artista Dionisio González; yLa custodia de un cubata, de la Richard Channing Foundation: una torre de copas vacías que forman una torre y protegen en su interior un vaso lleno, en un juego semántico referente al receptáculo de la forma sagrada.

La muestra nace de la oferta del Área de Cultura del Ayuntamiento de Málaga a la Fundación Cajasol en convenio con el Obispado, desde donde explicaron ayer a este periódico que la decisión de vetar estas dos obras se tomó "en el último momento", pues las piezas se presentaron ayer para su montaje aunque finalmente fueron descartadas. De igual modo, las mismas fuentes recordaron que el Obispado cuenta en el convenio con el derecho a admitir o no los trabajos propuestos en orden al entorno religioso en que se exponen y aseguraron que no buscan ninguna polémica que pueda empañar la exposición. Ni los responsables de la Fundación Cajasol consultados ayer por este periódico ni los comisarios de la muestra, Juan Ramón Rodríguez-Mateo (presente ayer en la inauguración) e Iván de la Torre, quisieron hacer declaraciones sobre el asunto. Otras fuentes de la entidad cultural apuntaron que, a tenor de la cláusula que recoge el derecho de veto del Obispado en el convenio para la cesión de la sala de exposiciones del Palacio Episcopal, se aceptó "sin más problemas" la extracción de las obras citadas de la muestra.

Tal vez la sala debería identificarse como espacio para el arte confesional en exclusiva"

Preguntado por el particular, el presidente de la Academia de Bellas Artes de San Telmo, José Manuel Cabra de Luna (quien dejó claro que se expresaba al respecto a título particular y no como presidente de la institución), afirmó sobre las obras de Dionisio González que "si el elemento considerado 'inadecuado' es un desnudo, sin que haya una intención clara de ofender ni de atacar a una determinada creencia, cabe señalar que un desnudo no es un argumento ofensivo. Si lo fuera, habría que considerar ofensiva la Capilla Sixtina. Más aún, si el motivo de la retirada es exclusivamente el desnudo, se puede considerar una ofensa a la naturaleza, o al mismo Dios si se quiere, así como al público de la exposición". En cuanto a La custodia de un cubata, el juego semántico que propone la instalación "tal vez suscita más dudas, pero en todo caso la ofensa depende mucho más de quien se siente ofendido que de quien pretende provocar. Lo que no se puede es hacer una distinción entre arte para creyentes y arte para no creyentes, porque sería como hacerlo entre arte para cultos y arte para incultos: algo muy peligroso". Cabra de Luna señala que se entendería perfectamente "la no inclusión de estas obras en un proyecto como el de Las Edades del Hombre, pero poner pegas en otra exposición es más difícil de justificar". Sugiere el también artista que, para evitar mayores confusiones, "la sala de exposiciones del Palacio Episcopal se identifique como espacio para el arte exclusivamente confesional".

En cualquier caso, la muestra recoge treinta obras de distintos autores -predominantemente andaluces- y épocas, desde la Cabeza de Astarté púnico-fenicia hasta trabajos de artistas del siglo XXI como Javier Arce. El objetivo de la muestra ha sido establecer un diálogo "lógico" entre las obras de la colección, tal y como explicó ayer Juan Ramón Rodríguez-Mateo. Así, los comisarios han seleccionado obras de artistas como Juan Romero, que se encontraban junto a otras que donaron señoras aficionadas al arte. De hecho, el busto fenicio iba a ser exportado ilegalmente cuando uno de los miembros de la Fundación Cajasol intervino para que esto no sucediera.

Las obras se reparten por tres salas que están dedicadas a temáticas distintas. La primera de ellas gira en torno a la alegría, y cuenta con esculturas de los gemelos Rosado y la "mejor" de Juan Romero, así como la más importante de Elena Asins, entre otros. La segunda versa sobre la humanidad, y presenta figuras de distintos materiales y épocas, como una imagen religiosa de la Virgen, del siglo XIV, el Ecce Homo de Antonio Sosa o la mencionada pieza púnica. La última habitación está dedicada al poder, como el que se otorga al artista en el altar de Francisco Molina, o la recreación de una estatua de Felipe IV en la que solo se aprecian las tres patas del caballo, de Fernando Sánchez.

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