Cultura

Ojos nuevos para la Historia

  • La empresa malagueña Arpa Solutions ha creado una recreación virtual de la mezquita funeraria de la calle Agua mediante una tecnología de realidad aumentada para que el recinto pueda ser visto en su integridad

Que Málaga mantuvo durante el largo periodo andalusí buena parte del esplendor que ganó durante su pertenencia a Roma es un argumento poco discutido hoy día. Sin embargo, una de las evidencias de este apogeo se descubrió tarde, en la segunda mitad de la década de los 80 del pasado siglo, y todavía permanece oculta a ojos del público: se trata de la necrópolis monumental de Yabal Faruh, considerada la mayor de toda al-Andalus, y de la que se conservan dos mezquitas funerarias y los restos de un panteón en la calle Agua. La necrópolis llegó a extenderse por la superficie que hoy que ocupan Lagunillas y la Cruz Verde, pero sus testimonios mejor conservados son los de la estrecha vía que conecta la calle Victoria y Barcenillas. Sin embargo, a pesar de que el arquitecto Ciro de la Torre ya acondicionó el recinto para su visita y de que el proyecto museográfico ya fue encargado en 2007 por la Consejería de Cultura al profesor Manuel Acién, el recinto permanece aún cerrado. No obstante, se siguen produciendo novedades referentes a la futura posibilidad de visitar esta imponente lección de Historia grabada en la piedra. La última tiene como protagonista a la empresa malagueña Arpa Solutions, a la que la Consejería ha encargado el desarrollo de un dispositivo virtual que permita al visitante conocer cómo era exactamente el complejo funerario en su origen. El proyecto, según fuentes de la empresa, que tiene su sede en el Parque Tecnológico de Andalucía (PTA), brindarán la posibilidad de "ver mediante una tablet PC con una videocámara incorporada las reconstrucciones in situ y a tamaño real de cómo era originariamente el yacimiento, lo que permitirá al usuario entender mucho mejor la historia del conjunto que está visitando". La aplicación está ya lista y a la espera de su instalación en el enclave de la calle Agua. La tecnología de realidad aumentada desarrollada por Arpa Solutions en el PTA para hacer realidad esta idea ya tiene nombre propio: DARAM.

La aplicación tecnológica persigue un fin concreto: la recreación de un monumento tal y como fue en su mismo emplazamiento. Quienes accedan al recinto podrán ver así no sólo los elementos que permanecen conservados, sino cómo eran las mezquitas mientras se mantuvieron en uso, desde los siglos XII al XIV, con todos sus elementos: el mihrab, los muros, enterramientos y las imágenes originales de decoración de los zócalos.

Las mismas fuentes de Arpa Solutions detallaron que el proyecto está formado por dos soluciones tecnológicas diferentes: un punto fijo y una solución móvil basada en un dispositivo tipo tableta. Además, "se han aplicado técnicas de escaneado láser y tratamiento posterior de los modelos tridimensionales obtenidos a partir del escaneado de los restos, con el fin de que la unión entre la realidad física y la virtual sea perfecta". Así, el primer punto, el fijo, está orientado hacia la primera mezquita, en la que el visitante podrá ver mezclada el estado actual del yacimiento en su estado actual "y la reconstrucción virtual de los enterramientos recreados en su posición original, a tamaño real, así como el mihrab y los muros de esta primera mezquita". El segundo punto está basado en una solución móvil. En este caso, se ha planteado que los futuros guías del museo hagan recorridos para grupos pequeños portando también un dispositivo tipo tableta, sobre cuya pantalla se reconstruirá tridimensionalmente el estado original de las mezquitas funerarias "enlazando los restos existentes con la recreación virtual, a través de la visualización de tres puntos calientes durante el recorrido: la decoración de los zócalos de los muros del panteón, los enterramientos de la primera mezquita (de cúbito lateral derecho, mirando hacia el mihrab) y la reconstrucción del mihrab de la segunda.

En la puesta en marcha del proyecto ha colaborado un grupo de arqueólogos de la Delegación provincial de la Consejería de Cultura, que da así un paso más en su empeño por aplicar las nuevas tecnologías en la conservación y promoción del patrimonio histórico. Ahora sólo falta hacerlo visible.

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