Cuando El Bosco ideó su Jardín de las delicias no podría imaginar que el lienzo cobraría tanta vida como la que propone Arcaladanza. La compañía madrileña de danza contemporánea lleva hoy y mañana al Teatro Cánovas Pequeños paraísos ganadora de tres premios Max en 2007: al mejor espectáculo infantil, mejor vestuario y mejor escenografía. Tres galardones que suman razones para continuar representando esta libre adaptación del cuadro estrenada a finales de 2006 en el Teatro de la Abadía de Madrid.

"El estilo de la compañía no es contar historias al uso. Aquí no hay personajes buenos ni malos. No lo hacemos con los montajes para adultos ni en los infantiles", asevera Enrique Cabrera, director de la compañía. La representación de infierno, purgatorio y paraíso propuesta por El Bosco insiste en esta versión en el rincón más idílico. Un edén con cerezas, columpios, trapecistas, lámparas, globos, flores y peces voladores.

Cinco bailarinas se encargarán de transportar al público familiar a este mundo mágico a través de la danza y la manipulación de marionetas y objetos. "Es muy poético", sostiene su autor para referirse al primer espectáculo de una trilogía que tendrá su continuación en 2009 con Nubes, inspirado en la obra de Magritte, y en 2011 con otro montaje centrado en Miró.

"Nuestro propósito es acercar al niño y al adulto a las artes escénicas", recuerda su director para aludir al especial interés que cobran en cada espectáculo los elementos plásticos y técnicos, como vestuario, luz, escenografía y música. Precisamente la composición original de Mariano Lozano para Pequeños Paraísos se hizo con el máximo galardón en la feria Fetén 2007.

Tras su paso por Málaga, a los Pequeño Paraísos de Arcaladanza les queda un 2008 de paseo por teatros nacionales, alemanes, franceses y británicos.